La UV confía que la mediación logre el desalojo pacífico del Colegio Luis Vives y ponga fin a la okupación

  • La Universitat de València (UV) confía en que la mediación pueda lograr el desalojo pacífico del Colegio Mayor Luis Vives, que se encuentra okupado desde el pasado 1 de mayo, y reitera su petición que de que se ponga fin a esta situación, ya que el inmueble no se encuentra en condiciones y, por esa razón, lleva años cerrado.
La UV confía que la mediación logre el desalojo pacífico del Colegio Luis Vives y ponga fin a la okupación
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EUROPA PRESS
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Representantes del Consell de Direcció de la Universitat ha mantenido este lunes una reunión con mediadores para abordar la situación del colegio, que fue nuevamente asaltado por decenas de personas este pasado viernes.

Fuentes de la institución universitaria han explicado a Europa Press que no se ha realizado ninguna propuesta concreta y que la universidad queda a la espera de que los mediadores se pongan en contacto con las personas que están ocupando el edificio.

En este punto, han reiterado su llamamiento al "diálogo pacífico" con los okupas y han manifestado que la Universitat ha decidido volver a la vigilancia habitual del edificio --es decir, dos guardias--, puesto que la razón de haber aumentado la semana pasada el número de vigilantes era intentar evitar que se introdujera más gente, lo que no se consiguió tras la irrupción de decenas de personas el viernes.

Desde esa fecha, el colegio está controlado por las personas que lo están okupando.

La okupación del colegio mayor --cerrado desde 2012 y para el que se estudian posibilidades de rehabilitación-- se produjo el 1 de mayo, cuando un grupo, tras forzar la entrada que da a la calle y la del edificio, entró y colgó una pancarta en la fachada con el lema 'La Ingovernable. Espai alliberat'.

El pasado miércoles se produjo un nuevo episodio, cuando alrededor de 40 personas traspasaron la valla y una decena de ellas consiguió introducirse en el interior del inmueble para relevar a los dos okupas que permanecían dentro.

Y este viernes entró un grupo aún más numeroso y pasó a controlar el edificio, tras superar la barrera de una veintena de vigilantes y una valla instalada por la propia Universitat. En redes sociales, el colectivo colgó un mensaje en el que informa de que el espacio "ha abierto sus puertas" y hay "libre y entrada y salida".

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