Estas personas, según precisa OMP, trabajan a lo largo de todo el año "para mantener viva la llama de la Misión en la Iglesia española" y son "el pulmón de la animación misionera en España". Por ello, estas jornadas tienen como fin dar "solidez" al trabajo que realizan.
En esta edición, la formación se centrará en el carisma de la Obra de San Pedro Apóstol, la Obra Pontificia encargada del sostenimiento de las vocaciones que surgen en los Territorios de Misión, conocidas como vocaciones nativas.
Durante el encuentro, tres vocaciones nativas de Brasil, Benín y China, explicarán las dificultades que han vivido para seguir adelante con su vocación. La reflexión teórica se completará con el intercambio de experiencias diocesanas de sensibilización misionera.
Además, el encuentro tiene como objetivo que todos los trabajadores y voluntarios se conozcan personalmente. "Es una oportunidad muy buena de poner cara a las personas con las que hablas a diario", explica el responsable del departamento de Logística de la Dirección Nacional de OMP, Manuel Moya, que entró a trabajar en la institución con 14 años, con la autorización firmada por sus padres.
"Las Obras Misionales Pontificias es una familia donde compartimos no sólo nuestros trabajos sino también la pasión por la misión que va mucho más allá de la preparación y celebración de las jornadas", asegura el director nacional de la institución y promotor del encuentro, Anastasio Gil.
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