Podemos, un partido que ha sabido aprovechar el tirón de las aspiraciones del 15M

Un millón doscientos cuarenta y cinco mil votos, casi el 8 por ciento del total; cinco escaños en el Parlamento Europeo; cuarta fuerza política del país.

No es Podemos el partido del 15M, pero sí la opción que, a la vista de los resultados, ha sabido cristalizar mejor el descontento de aquellos 'indignados'. El propio Pablo Iglesias ya reconoció en varias ocasiones su desvinculación con el movimiento indignado. "El que se adueñe del 15-M es un vendedor de crecepelo", aclamaba el pasado 9 de mayo. Lainformacion.com analiza hasta qué punto se parecen y se diferencian sus programas.

En materia económica son muchos los puntos que unen al programa de Podemos y al de Democracia Real. Entre las principales propuestas que reivindicaba el movimiento del 15M y que han sido recogidas por el partido de Pablo Iglesias se encuentran: la implantación de la tasa de transacciones financieras internacional Tobin para evitar el fraude fiscal, la adopción de una política tributaria justa orientada a la distribución de la riqueza con impuestos a las grandes fortunas, el control del sistema bancario público y privado y la adopción de instrumentos para frenar el fraude fiscal.

No obstante, son muchas las disposiciones recogidas por el 'movimiento indignado' que no han conseguido hacerse un hueco en el partido de Iglesias. La eliminación de las SICAV, la devolución a las arcas públicas por parte de los bancos de todo capital público aportado y la recuperación del impuesto del Patrimonio son las grandes olvidadas de Podemos.

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En lo que respecta al capítulo de soberanía ciudadana, no estántodas las propuestas solicitadas por los integrantes del 15M en esta área, pero sí las más importantes. Los indignados abogaban por referéndums obligatorios y vinculantes para las cuestiones de gran calado que modificasen las condiciones de vida de los ciudadanos y Podemos hace suyo este principio desde las primeras páginas de su programa. Así el grupo político, calificado de 'extrema izquierda', opta por la ampliación y extensión de la figura del referéndum vinculante para todas las decisiones sobre cualquier materia que afecte de manera importante a la ciudadanía. En este sentido, clama hasta por una reforma de la Constitución española para garantizar la retirada de las medidas hayan sido aprobadas sin contar con la participación democrática.

No forman parte de este capítulo la independencia del poder judicial solicitada por Democracia Real.

Otro punto coincidente entre ambos movimientos es la apuesta por una modificación de la Ley Electoral que garantice un sistema proporcional que no discrimine a ninguna fuerza política ni voluntad social. Pablo Iglesias ahonda más en este asunto hasta el punto de que pide que "se limiten los gastos en campaña electoral y el acceso en condiciones de igualdad a los medios de comunicación públicos y privados de todas las candidaturas políticas".

Los servicios públicos para garantizar la calidad de vida del ciudadano configuran el apartado con más coincidencias entre sus propuestas, aunque con algunas salvedades: la universalidad del transporte y de la educación solicitada por Podemos, se convierte en una sustitución de calidad y ecológica en los medios de transporte y en una financiación pública de la investigación para garantizar su independencia en el 15M. Asimismo, ambos grupos piden una aplicación efectiva de la Ley de Dependencia. Los 'indignados' a nivel nacional y los de Pablo Iglesias en el ámbito internacional.

No obstante, el programa de Podemos es mucho más amplio en este asunto e incide además en la supresión de los CIES, la moratoria de la deuda hipotecaria y la creación de un Servicio de Paz mundial que sustituya a los actuales Ejércitos.