Valencia es una tierra que defiende sus tradiciones. No hay que irse muy lejos para encontrar el último incidente: la paella con chorizo de Jamie Oliver. Ahora es la localidad de Cullera, a unos treinta kilómetros de Valencia, la que ha dicho basta al desenfrenado avance de la sociedad.
Y es que el Ayuntamiento de Cullera ha sacado adelante una modificación de la ordenanza de policía y buen gobierno que quiere dar preferencia a las mecedoras antes que a los peatones. Su intención es que los que quieran sacar su silla a la puerta de casa en las calurosas de verano tengan prioridad sobre los peatones.
Si un grupo de mecedoras obstruye la acera será el peatón el que deberá bajarse a la carretera, a no ser que exista riesgo de integridad física, como sería un atropello, según recoge 'Las Provincias'. El alcalde socialista, Jordi Mayor, sacó adelante la propuesta con los votos de PSPV y Compromís, y la abstención de la oposición PP, Gent per Cullera y Ciudadanos.
Esta medida viene precedida de conflictos veraniegos. La localidad costera, de unos 22.000 habitantes, posee algunas aceras estrechas por las que, en caso de estar ocupadas por los que 'toman el fresco', no pueden caminar los peatones. Esto generó alguna discusión, y aunque nunca terminó en nada grave, sí se escucharon algunos gritos y los agentes tuvieron que acudir.
Mayor, alcalde de la localidad afirma que es "una tradición muy arraigada y muy valenciana". Y que como "todos mirando el teléfono móvil" éstas forma de relacionarse "están en riesgo de desaparecer, por lo que hemos tomado esta medida que también resuelven algunas dudas que nos plantearon los policías".
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