Devuelven a un niño preadoptado con su madre biológica tras una dura pugna judicial

  • La madre del niño se quedó embarazada con 14 años mientras estaba en un centro de adopción de Asturias y los servicios sociales se hicieron cargo de él.

    El niño, de cuatro años, fue entregado en régimen de ‘preadopción’ a una familia valenciana y ahora un juzgado ha ordenado devolverlo. 

    La entrega ha ocurrido hoy en una jefatura de policía entre grandes muestras de desaprobación.

Los padres 'preadoptivos' de Joan, explicaron su dramático caso ante las cámaras de televisión.
Los padres 'preadoptivos' de Joan, explicaron su dramático caso ante las cámaras de televisión.
L.I.

“Hemos estado luchando para evitar que se lleven a Joan, pero el lunes se irá. La justicia de este puto país así lo ha querido. Nuestro hijo vuelve con quien no lo conoce ni tiene condiciones para cuidarlo. Nuestra vida a la mierda y nuestro hijo también. Así son las cosas. Leyes absurdas, administración incompetente y jueces y magistrados que no miran por el bien de un niño inocente. Quisiera matarlos a todos”.

De este modo expresa su frustración Alberto Bordes, el ‘padre preadoptivo’ de un niño de cuatro años que este lunes ha sido devuelto su madre biológica, residente en Oviedo entre grandes muestras de desaprobación. Los padres han entrado llorando en la comandancia de la Guardia Civil de Patraix para hacer el acto de entrega. Al salir, han prometido que harán todo lo posible por recuperar a su hijo. Por su parte, la madre biológica ha llegado acompañada y se ha marchado en un coche hacia Asturias al filo del mediodía.

Enrique Vila, abogado de la familia adoptiva, ha explicado que el pequeño Joan llegó en brazos de su padre, "sin entender mucho por qué lo dejaban ahí con una señora que no conocía".

Joan fue entregado por las autoridades hace dos años y medio al matrimonio formado por Alberto Bordes y Noelia Estornell. La madre biológica, de nombre María José Abeng Ayang, nacida en Guinea Ecuatorial, había tenido al niño a los 15 años en un centro de acogida, y no podía hacerse cargo del pequeño.

Una vez cumplida su mayoría de edad y superados numerosos problemas de adolescencia, Abeng Ayang reclamó judicialmente sus derechos sobre el niño. La Audiencia Provincial de Oviedo falló en su favor y ordenó a la familia preadoptiva que entregase al niño este lunes 12 de septiembre. Esta última recurrió al Tribunal Supremo para paralizar esta sentencia, aludiendo al interés del menor, teniendo en cuenta que Joan fue ‘preadoptado’ cuando solo contaba un año y medio de edad y ahora, con cuatro, debe volver a un entorno que según ellos no le favorece.

De hecho, la misma consejería de Bienestar Social de Asturias también recomendó que Joan no volviera al Principado con su madre biológica, quien apenas ha convivido con el pequeño, dado que la Administración asumió la tutela nada más nacer.Una adolescencia difícil ya superada

María José ingresó en el centro de acogida a los once años tras numerosas discusiones con sus padres, con los que hoy se lleva bien. Según los psicólogos y trabajadores sociales que la trataron, tuvo una adolescencia difícil que ya ha sido felizmente superada. Sus cuidadores estiman que ya está preparada “para el ejercicio de la maternidad responsable”.

María José estudia publicidad marketing y vive con su pareja en Oviedo. Tanto ella como su abogada están totalmente convencidas de que la razón y el derecho están de su lado. Si no se produce la entrega del pequeño, interpondrán nuevas denuncias por la vía penal.

Mientras tanto, el dramático caso de Joan ha impactado a la población de Sueca (Valencia) donde reside la familia adoptiva. Los vecinos de esta localidad valenciana, así como las autoridades de bienestar social en el gobierno autonómico, insisten en los perjuicios que para el niño supone la devolución del niño.Esto no es un juego

La directora general de Infancia y Adolescencia de la Comunidad Valenciana, Rosa J. Molero, declaró en La Sexta que “cuando un niño o una niña va a ir a adopción es porque verdaderamente ya se sabe que no hay posibilidades de retorno. Aquí no estamos jugando”.

Mientras tanto, los padres preadoptivos se sienten destrozados y engañados. “Yo fui hasta Asturias porque me dijeron que el niño podía ser adoptado para siempre, no para que me lo quitaran ahora”, explica Albert, quien también lamenta que el lugar donde han tenido que entregar al niño es una Jefatura de Policía: “Así de frío, así de cruel y de duro”.

“Esto es un infierno que no tiene nombre: no sabemos con quién va a estar ni qué le va a pasar”, solloza Noelia mientras aprieta con fuerza el peluche favorito de Joan. 

Alberto y Noelia recurrieron a un abogado especialista en casos de bebés robados, Enrique Vila. A pesar de haber trabajado habitualmente justo en casos opuestos (madres biológicas que quieren recuperar a hijos que fueron dados en adopción), Vila no duda en calificar de “aberrante” el caso del niño Joan. Asegura que le puede provocar consecuencias traumáticas e irreversibles.

Sigue @martinalgarra//

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