En pleno ataque de alergía es fácil que se encadenen hasta ocho o diez segundos seguidos de estornudos. De media la DGT se plantea perder la atención del volante durante cinco segundos. Esto supondría que alguien que estornuda durante ese tiempo y que conduce a unos 90 km/h está dejando de prestar la debida atención durante más de 125 metros. La distancia es más que un campo de fútbol.
Una crisis de estornudos va asociada generalmente a lagrimeo de ojos, por lo que, en caso de circular a 100 km/h, la distancia recorrida sin mirar a la carretera puede alcanzar los 140 metros. Si el tiempo estornudando se mantiene durante diez segundos, la distancia se duplica.
Pero no solo el estornudo entorpece la seguridad al volante. La irritación de ojos, congestión nasal, picores en la piel, estornudos, picor de garganta, problemas respiratorios, etc. son los síntomas más frecuentes de los alérgicos. Estos síntomas también restan a la hora de prestar toda la atención al volante.
Ocho millones de españoles sufren alergia en primavera. Este año promete que llega con fuerza. Para todos ellos y los que se ponen al volante la DGT recomienda:
-Limpiar el coche con frecuencia
-Instalar y mantener limpios los filtros HEPA del vehículo (retienen partículas y pólenes)
-Utilizar gafas de sol
-No llevar las ventanillas abiertas
-Evitar el amanecer y las zonas húmedas
-No tomar alcohol durante el tratamiento médico
-No viajar justo al comienzo del tratamiento médico
-No automedicarse
-Advertir al especialista de su necesidad de conducir: éste le propondrá un tratamiento sin efectos secundarios (somnolencia) o pautas para ponerse al volante con seguridad.
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