El nuevo fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, estará presente mañana en la declaración de Mariano Rajoy en el primer juicio del caso Gürtel. Así lo han confirmado fuentes de la Fiscalía General del Estado que han justificado su presencia en el acto por “cortesía institucional”. Sin embargo, según fuentes del caso, serán las fiscales del caso, Concepción Sabadell y Concepción Nicolás las que practicarán el interrogatorio en caso de que deseen plantear preguntas. Luzón únicamente las acompañará.
Se trata del segundo trato especial que recibe el presidente del Gobierno. Algo similar ocurrió con su citación para prestar testimonio. En lugar de ser la secretaria judicial de la sección segunda de la Audiencia Nacional (la encargada del caso) la que gestionara su comparecencia, lo hizo directamente la máxima autoridad judicial del tribunal, el presidente de la Audiencia Nacional José Ramón Navarro. Fuentes de la Audiencia lo justificaron por el trato “de institución a institución” que exigía el trámite. Sin embargo, el procedimiento seguido no está recogido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Nuevas posibilidades
La presencia del jefe directo de Sabadell y Nicolás en la comparecencia abre nuevas posibilidades sobre el interrogatorio de éstas. Durante la declaración el pasado junio de tres de los últimos secretarios generales del partido -Francisco Álvarez Cascos, Javier Arenas y Ángel Acebes- Sabadell no dudó en preguntar sobre los sobresueldos aparecidos en los papeles de Bárcenas, pese a que no son objeto de este juicio.
Esas preguntas generaron protestas por parte del abogado del extesorero del PP, Luis Bárcenas, y de otros acusados, que recordaron que la caja B del PP con la que supuestamente se pagaron esas cantidades en negro durante años a la cúpula del partido están siendo investigadas en una pieza separada. Sin embargo, el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, autorizó todas esas cuestiones pese a las protestas de los letrados. Todos ellos negaron que hubieran recibido cantidades bajo cuerda.
Una de las incógnitas del interrogatorio del jefe del Ejecutivo es si echará una mano a Bárcenas. Los tres ex secretarios generales -‘números dos’ del partido durante la presidencia de José María Aznar- trataron de exculparlo cuando les tocó declarar al asegurar que sus funciones eran muy menores. Los tres exdirigentes y otros cargos del PP -Jaime Mayor Oreja y Rodrigo Rato- echaron las culpas de todo al antecesor de Bárcenas como tesorero, Álvaro Lapuerta, exento del juicio por demencia sobrevenida. Según esos cargos era Lapuerta quién daba las órdenes que Bárcenas se limitaba a cumplir.
Tras Rajoy, declarará como testigo el presidente del Senado. A diferencia de Arenas, Cascos y Acebes, Pío García Escudero sí reconoció durante su declaración en la fase de instrucción que había recibido sobresueldos. Estos ascendían a 4.200 euros al mes entre 1999 y 2003, según dijo, y los justificó por sus funciones en el Grupo Popular en el Senado y como “gastos de representación”. Escudero aseguró que esos pagos se le hicieron mediante “transferencia con su retención fiscal correspondiente”.
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