El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha publicado un sorprendente fotomontaje de sí mismo en twitter donde aparece luciendo una pronunciada calva.
No es la primera vez que Iglesias bromea sobre su aspecto y sobre todo, de su hirsuta cabellera y popular coleta. Ahora ha decidido quitársela, por arte no de tijera sino de 'photoshop', y bromea con la idea de quedarse así.
“Me aconsejan un cambio de look para ganar votantes; algo más maduro, sobrio y tradicional. Me mandan esta propuesta. Me lo estoy pensando…”, ha escrito en el tuit.Me aconsejan un cambio de look para ganar votantes; algo más maduro, sobrio y tradicional. Me mandan esta propuesta. Me lo estoy pensando... pic.twitter.com/LmhIvMwkps— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 7 de octubre de 2016
La broma se enmarca en el debate existente en el interior de Podemos, sobre si convertir el partido en una fuerza política convencional o mantener el espíritu de los inicios, en donde la espontaneidad, el debate abierto y la crítica interna marcaban la agenda política cotidiana.
La opinión pública ha simplificado este debate agrupándolo alrededor de las dos figuras más influyentes del partido, el mencionado Pablo Iglesias y el portavoz del grupo confederal de Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón.
Aunque muy amigos y cofundadores ambos de Podemos, Errejón e Iglesias han simbolizado dos sensibilidades políticas enfrentadas en esta reciente formación política. La dialéctica entre estas dos concepciones se ha agudizado en momentos clave de la historia de la formación morada, como la decisión sobre el acercamiento a Izquierda Unida o la estrategia de pactos con el resto de formaciones politicas de izquierda para confrontar al Partido Popular.Populistas o no
Recientemente Iglesias admitió la existencia de este debate interno en Podemos: “Debemos debatir si queremos seguir siendo populistas o no”. El líder de Podemos defiende que el partido tenga “una pata en las instituciones, pero la otra pata, los dos brazos y la cabeza fuera de ella”.
Íñigo Errejón ha mantenido posturas que la opinión pública ha entendido como más moderadas y abiertas a pactos con el PSOE. Iglesias contraponía a esta postura la dialéctica entre “el intento de parecerse a la sociedad o seguir intentando cambiar la sociedad”.
La broma que hace hoy, en la que se presenta con un aspecto muy común por la calle y que muchos identifican como el español de clase media y acomodado al “statu quo”, se puede interpretar como una mordida irónica a sus adversarios en este debate ideológico interno.
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