El Prat vuela hacia su límite y el barrio de Messi frena su crecimiento en el futuro

  • AENA dice que actualmente no hay problemas de saturación, "ni los habrá" en verano, en el aeropuerto barcelonés, que se encuentra en 72 vuelos/hora cuando tiene capacidad para 90.

    Si el Prat quiere crecer es inevitable cambiar el uso de las pistas, condicionado por el impacto acústico sobre núcleos urbanos, entre ellos Castelldefels y Gavá, muy beligerantes.    

Un avión se dispone a aterrizar en el Prat observado por unos niños que montan en bicicleta
Un avión se dispone a aterrizar en el Prat observado por unos niños que montan en bicicleta
Iñaki Etxarri / Diego Caldentey

Llega el verano y con él los meses más complicados para los aeropuertos españoles, que soportarán una auténtica invasión de viajeros. Y entre todos los aeródromos españoles, uno en el punto de mira: El Prat de Barcelona. La infraestructura que más ha crecido en los últimos tiempos en cuestión de tráfico y que sufrió el pasado verano el caos de Vueling.

Las aerolíneas siguen apostando por el aeropuerto barcelonés, donde aumenta a pasos agigantados el negocio de los vuelos de larga distancia. Aerolíneas como Level (IAG) y Norwegian cruzan los dedos para que sus lanzamientos intercontinentales no se vean afectados por problemas de saturación en un nuevo ejercicio en el que se espera récord de visitantes.

Desde AENA se garantiza la operatividad y eficacia del Prat: "Estamos plenamente preparados. El Prat puede operar 90 vuelos a la hora y estamos en 72; tenemos capacidad para 55 millones de viajeros al año y nos encontramos en 42, con un crecimiento del 13% en abril. No tiene porque suceder nada. El aeropuerto no está saturado, ni mucho menos". 

Otra cosa, se dice desde AENA, será si se plantea en el futuro y debido al ritmo de crecimiento del tráfico, afrontar la ampliación del aeropuerto. Si se mantiene la tendencia actual, la instalación podría tocar techo en los próximos años. Concretamente en el 2023, según un informe en manos del Ayuntamiento de Barcelona que está siendo elaborado en colaboración con la Cámara de Comercio. Dentro de siete años es la fecha orientativa marcada para alcanzar los 55 millones de pasajeros si el aeropuerto crece a un ritmo del 4% anual, aunque la situación límite podría llegar antes. En el 2014 y el 2015 el aumento de pasajeros fue en torno al 6% y en los primeros nueve meses del año ha sido del 11,1%.

El pasado mes de abril El Prat recibió un total de 4.114.126 pasajeros, lo que equivale a un incremento del 13,6% en comparación con el mismo mes del año pasado. De esta forma, en los primeros cuatro meses de este año, El Prat ha acumulado 13.186.550 pasajeros, un 8,9% más que en el primer cuatrimestre de 2016, según Aena. Un ritmo de dos dígitos difícilmente sostenible en el tiempo pero que marca una imparable tendencia al alza.Refuerzos

El aeropuerto contará con 144 agentes extra de la Policía Nacional antes del inicio de la temporada de verano, así como 80 nuevos aparatos verificadores -50 manuales y 30 automáticos, los llamados ABC-, para evitar las colas en el control de pasajeros.

Lo anunció la pasada semana el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, tras reunirse en El Prat con los consellers de Territorio y Sostenibilidad y Empresa y Conocimiento, Josep Rull y Jordi Baiget; con la directora del aeropuerto, Sonia Corrochano, y el teniente de alcalde de Empresa, Cultura e innovación del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, entre otros.

El encuentro, en el que coincidieron por primera vez el Gobierno y la Generalitat para abordar la situación de El Prat, sirvió también para fijar los estándares de calidad que se deberán seguir a partir de ahora en los controles de pasajeros: entre 20 y 30 minutos de espera para las salidas y entre 40 y 45 minutos para las llegadas. El endurecimiento de los controles de pasajeros que se puso en marcha en abril fue el origen de los episodios de colas, que se vivieron por primera vez durante el puente de mayo y que se han repetido en las últimas semanas cuando ha habido puntas de pasajeros, sobre todo en fin de semana.

Para explotar al máximo la infraestructura en el futuro habría que replantear la manera de operar y pasar de hacerlo, como sucede ahora, en pistas segregadas (una para aterrizar y otra para despegar) a pistas independientes (con aterrizajes y despegues en ambas pistas). Operativamente sería la solución más fácil pero esta opción tiene un efecto colateral muy grave: el aumento del ruido sobre los vecinos de Gavà y Castelldefels. En concreto sobre algunas urbanizaciones de lujo entre las cuáles se encuentra la que habita el 'crack' del Barça, Leo Messi, y algunos de sus compañeros como el también argentino Mascherano o el uruguayo Luís Suárez.Hacia el mar

La configuración actual desvía a los aviones hacia el mar siempre que las condiciones meteorológicas lo permiten y es la más beneficiosa para minimizar los efectos sobre los municipios del entorno. Cualquier modificación en ese sentido pondría en pie de guerra a los alcaldes y asociaciones vecinales del delta del Llobregat. “El límite físico del aeropuerto es el actual y con las configuraciones actuales”, remarca el teniente de alcalde de Urbanismo del Prat, Sergi Alegre, que sí que defiende y ve necesaria la construcción de la nueva terminal.

Los vecinos "siempre han sido muy beligerantes contra el impacto acústico" del aeropuerto sobre sus casas, como dice una fuente autorizada de los controladores aéreos, y como demuestran las querellas, al menos dos, presentadas y sustanciadas por la audiencia provincial de Barcelona. Pero no sólo son los vecinos, los ayuntamientos del entorno del Prat también protestan... y exigen.

Así, la alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez, ha reclamado una vez más que "se priorice en todo momento la aplicación de las configuraciones menos lesivas" para reducir el impacto acústico del aeropuerto del Prat en los municipios más próximos. Y ante las expectativas de crecimiento del Aeropuerto y la prevista elaboración de un nuevo Plan Director, la alcaldesa de Gavà reivindicó que se cuente con el territorio en su redacción. "Todas las partes afectadas debemos ser escuchadas y, sobre todo, que el resultado final sea una mejora real del impacto acústico y en ningún caso un empeoramiento de la situación actual". Los seis municipios del entorno

Como el edil de Gavá piensan los ayuntamientos de Sant Boi de Llobregat, Viladecans, Castelldefels, Sitges y Begues han reclamado de forma conjunta soluciones más efectivas para reducir el impacto acústico de los aviones y que haya compensaciones a los municipios afectados por los ruidos.

Los alcaldes de estos seis municipios firmaron a finales del año pasado un manifiesto en demanda de un aeropuerto "responsable" con el territorio, coincidiendo con el décimo aniversario de la puesta en marcha de los despegues con giro al mar, que permitieron reducir el impacto acústico derivado de la entrada en funcionamiento, dos años antes, de la tercera pista de El Prat. Pero a pesar de los resultados positivos de la actual configuración, todavía existe "un notable margen de mejora" en relación al impacto acústico del aeropuerto y no digamos ya, si se produce la ampliación de cara al año 2023.  En este sentido, plantearon maximizar el uso de la pista transversal y establecer un sistema de compensaciones directas a los municipios por los impactos acústicos, ambientales y territoriales que sufren.... Y Messi, Mascherano o Luís Suárez piensan lo mismo. Los ricos también lloran y no se quieren hacer los sordos... por el ruido del Prat.

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