Rajoy compara el proceso soberanista catalán a un ‘Brexit’ de “efectos terribles”

  • Asegura que todo el mundo puede tener la "absoluta certeza" de que no permitirá un referéndum en Cataluña e intentará que se imponga el sentido común.

    Rajoy insta a todos los ámbitos de la sociedad, no sólo a los políticos, a implicarse contra la consulta. "Invito a que se impliquen todos los que crean en su país".

El presidente del Círculo de Economía anima a Rajoy a estudiar "vías alternativas" para Cataluña
El presidente del Círculo de Economía anima a Rajoy a estudiar "vías alternativas" para Cataluña
EUROPA PRESS
E. M.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, instó hoy a todos los ámbitos de la sociedad, no sólo a los políticos, a implicarse contra el referéndum que pretenden los independentistas en Cataluña, ya que ha comparado sus consecuencias con el Brexit.

"Se irán de Europa digan lo que digan", aseguró Rajoy ante las intenciones abanderadas por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. 

El jefe del Ejecutivo, en su intervención en las jornadas del Círculo de Economía que se celebran en Sitges (Barcelona), señaló que todo el mundo puede tener la "absoluta certeza" de que no permitirá un referéndum en Cataluña e intentará que se imponga el sentido común, pero invitó a que se impliquen en ello "todas las personas que crean en su país" porque no es un asunto "sólo de políticos". "Ni quiero, ni me lo creo, ni siendo yo presidente se va a producir", dijo.

"Sería un trauma de consecuencias económicas terribles", dijo, y suscribió la tesis de su ministro de Economía, Luis de Guindos, que en el mismo foro calculó el jueves que significaría para Cataluña una pérdida del 30% de su Producto Interior Bruto (PIB).

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El presidente cargó contra la ley de 'desconexión' que preparan los soberanistas, a los que acusó de querer liquidar la soberanía y la unidad nacional en un solo día, y lamentó que el actual gobierno catalán tenga como socios de proyecto "a los extremistas de la CUP".

Aseguró que hará todo lo que esté en sus manos para que imponga el sentido común y encontrar una

solución política, pero ha mostrado su perplejidad por esta ley: "¿Creen ustedes que es algo normal? ¿A qué niveles de radicalismo vamos a llegar? ¿Les parece sensato y razonable?".Intercambio de cartas

Esta reflexión de Rajoy se produce tras una última semana marcada por un intercambio de cartas entre

el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y él: Puigdemont le pidió negociar el referéndum y

Rajoy lo rechazó en otra misiva, un rechazado en el que ha insistido desde Sitges.

Rajoy abordó este intercambio de cartas con el presidente catalán concluyendo: "Se me pide algo que no quiero ni puedo hacer", y advirtió de que solo el Congreso de los Diputados podría autorizar este referéndum a partir primero de una cambio de la Constitución.

También acusó al presidente catalán de plantear una negociación sin posibilidades de éxito, ya que desde la Generalitat no se la da "más margen" que negociar la fecha, la pregunta y el porcentaje mínimo de participación de un referéndum y lamentó que Puigdemont no contemple retirar esta consulta.A los empresarios y a los partidos

Expuso que el reto que le plantean los soberanistas le afecta a él, pero también al Gobierno en su

conjunto, a las Cortes y a todas las personas que creen en España y zanjó: "La equidistancia está

muy bien pero no en todas las facetas de la vida".

Rajoy señaló que "las pretensiones independentistas son lo peor que podría ocurrir a todos", y aseguró que una Catalunya independiente quedaría fuera de la Unión Europea, con un impacto

negativo superior al que, a su juicio, padecerá el Reino Unido con el 'Brexit'.

Preguntado por si Catalunya podría llegar a tener un sistema de financiación como el Concierto Vasco,

lo descartó ya que, según recordó, este sistema de financiación está reconocido por la Constitución para esa comunidad vasca y navarra, no para más.

Rajoy defendió que España es el país con "mayor autogobierno del mundo", y aseguró que la independencia obligaría a muchos ciudadanos de Catalunya que se siente de otras partes de España por sus raíces familiares a tener que renunciar a una de sus identidades.

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