Sánchez escucha a los barones del PSOE y convocará el comité federal el 1 de octubre

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, convocará finalmente el comité federal del partido para el próximo 1 de octubre, atendiendo a la petición de los barones socialistas.

Tras sostener una doble negativa a la investidura de Mariano Rajoy, y ante las críticas desde el seno del propio partido por la situación de bloqueo institucional, Sánchez tendrá que escuchar a los dirigentes de la formación antes de poder afrontar una tercera convocatoria de elecciones o intentar un pacto con Podemos para llegar a La Moncloa.

Hace solamente una semana el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, alzó su voz públicamente para criticar al líder socialista sosteniendo que se había negado a debatir con el resto del partido su estrategia post-electoral al no convocar a los órganos socialistas y no mantener un contacto fluido con los dirigentes territoriales del PSOE.

La pregunta ahora es. ¿Qué pretende el líder del PSOE? ¿Qué va a ofrecer a los barones además de dos derrotas en dos elecciones, gallegas y vascas, donde para más inri el PP podrá presumir, salvo sorpresa, de una mayoría absoluta? La pregunta viene al caso porque a primeros de septiembre desde el PSOE se hablaba de que no había prisa para convocar el Comité Federal. 

La secretaria de Ciencia, Participación y Política en Red del PSOE, María González Veracruz, afirmaba entonces que sí, que "habría" un Comité Federal, pero que no había "ninguna necesidad" de convocarlo "con prisa" ya que la negativa del PSOE a facilitar una investidura de Mariano Rajoy "no había cambiado".

"No hay ningún cambio de escenario que haga que nosotros tengamos ninguna urgencia ni ninguna necesidad de convocar con prisa el Comité Federal", dijo en RNE. La pregunta es ¿ha cambiado el escenario?

Ya hay voces que ponen sobre la mesa la intención de Pedro de llegar al Comité de la mano de Podemos (el enfrentamiento entre Errejón y Pablo puede ser un obstáculo claro o una muestra a las distintas corrientes del joven partido), porque con C's, Pedro no hablado aún, que se sepa.

La idea de un gobierno de cambio es la obsesión de Pedro. C's pone encima de la mesa el acuerdo logrado con el PSOE como llave. Si Podemos acepta... habría pacto. Pero Pedro confía más en la vertiente nacionalista. Si PNV logra los resultados previstos podría pactar como siempre con el PSE.

Y Puigdemont ya está dando pasos atrás a la hora de pedir un referéndum unilateral e ilegal, por mucho teatro que haya a las puertas del juzgado. Compromís también puede jugar su papel. Los barones del PSOE son el obstáculo, pero Pedro cuenta con la militancia. Y cuenta con ella para poder afianzar un posible pacto... como para salvar el cuello. ¿Necesita Pedro unas terceras elecciones? Tampoco le importan, porque él sería cabeza de cartel. Y tendría tiempo.

Esas son las opciones. O elecciones, o Gobierno. Es difícil que a Pedro Sánchez se le pueda ver en la oposición de golpe. El órdago lo van a tener que lanzar los barones, contrarios a pactos que puedan poner en entredicho que el PSOE defiende la unidad de España. 

A la hora de imaginar un Gobierno de Podemos, PSOE y nacionalistas, muchos barones (los seis más potentes) se tientan la ropa. No podría haber reforma constitucional sin PP, no habría referéndum, y Europa va a exigir controlar el gasto y someter el déficit, eso si no nos multan. ¿Ese es el periplo económico que apoyaría Pablo, el defensor de los débiles? Difícil. Entonces ¿qué solucionaría el gobierno de cambio? Poca cosa parece, salvo hablar de regeneración... olvidando los ERE, el caso EDU y demás, de los que Susana ya se ha librado, por ser quien es. 

Eso o los barones dan un golpe de Estado, obvian a la militancia (pedirles el voto nunca les gustó a González ni a Guerra, que algo sabían de batallas), derrocan a Pedro y ponen a Susana. ¿Alguna vez lo hicieron en la historia del PSOE?