El amigo del asesino de Pioz que intecambió con él mensajes, liberado sin cargos

Marvin Henriques Correia, un joven de 18 años detenido como sospechoso de haber sido cómplice de Patrick Nogueira Oliveira en el cuádruple crimen de Pioz (Guadalajara), ha sido liberado sin cargos por las autoridades judiciales brasileñas.

Para los investigadores españoles existían sospechas de que este muchacho podría haber sido cómplice del crimen, ya que intercambió mensajes telefónicos con Nogueira Oliveira mientras éste cometía los crímenes de sus familiares.

Sin embargo, según las autoridades del país sudamericano "no existen elementos para concluir que Marvin sabía con anticipación de los planes del asesino confeso ni que tenía algún interés o participación directa en los hechos".

La liberación del joven fue ordenada por el comisario de la Policía Federal Gustavo Barros, a cargo del caso en Brasil. De todas formas, esa decisión ya ha sido apelada por el Ministerio Público. Este organismo interpreta que Henriques Correia actuó como "cómplice" en el caso y que, además, omitió informar sobre el asunto a las autoridades pertinentes.

El joven, a través de mensajes de whatssapp, llega a promover que Nogueira Oliveira "salga de la vivienda de Pioz de una manera normal, como si fuese de paseo", una vez que éste le confiesa que ha matado a la familia. Por este motivo, había sido detenido la semana pasada, en el marco de las investigaciones que se realizan en Brasil sobre el caso.

Algunos segmentos de los mensajes fueron difundidos por el canal de televisión Globo y dejaban claro que Henriques Correia supo del asunto en el mismo momento en que su amigo cometía los crímenes en España.

La conversación filtrada a los medios comienza a las 14.06 hora brasileña (19.06 hora española) del 17 de agosto pasado, el día en que Nogueira asesinó y descuartizó en España a su tío Marcos Nogueira, su esposa, Janaina Américo, y a los dos niños pequeños de la pareja, de uno y cuatro años de edad, respectivamente.

Según Globo, a lo largo de dos horas y media el asesino narra con detalles morbosos lo que estaba haciendo, al punto de que llega a contar que ya había matado a su tía y a los dos niños y que esperaba a su tío para asesinarlo.

También le envió unas fotografías que tomó en la escena del crimen, con increíble frialdad, junto a los cuerpos. Minutos después de cometer la masacre, el asesino le confiesa a su amigo que usó guantes para no dejar huellas digitales.

Desde Brasil, Marvin llega a reírse ante estos comentarios y le recomienda al descuartizador que salga por la puerta principal de la vivienda con absoluta normalidad. Cabe recordar que, tras haber cometido el crimen, Nogueira Oliveira volvió a Brasil, pero, una vez que la Policía española descubrió su responsabilidad en los hechos, decidió regresar a Madrid, donde se entregó y confesó su autoría.