La dimisión del jefe de la Policía Municipal de Madrid, Emilio Monteagudo, tras ser imputado en el caso Madrid Arena, ha generado un terremoto en el seno del cuerpo. La todavía alcaldesa de la ciudad, Ana Botella, deberá nombrar sucesor en un momento muy delicado para ella misma –tras su renuncia a presentarse a las elecciones–, pero también para la corporación, que ha visto cómo su nombre se veía ensuciado durante estos dos últimos años por la catástrofe del pabellón deportivo.
Para relevar a Monteagudo, el Ayuntamiento ha designado temporalmente a José Luis Gallego, un inspector (habilitado) de 64 años, que estará en el cargo hasta que se resuelva el proceso de selección del nuevo jefe del cuerpo, que fue abierto el pasado 5 de diciembre por el Área de Gobierno de Seguridad y Emergencias del consistorio madrileño. Al ser elegido por el procedimiento de libre designación, el equipo de Ana Botella podrá escoger a quien considere oportuno teniendo en cuenta criterios políticos.
De ahí que en estos momentos en el Ayuntamiento se barajen fundamentalmente tres opciones para suceder a Monteagudo. Por un lado, según fuentes municipales, se habla de Pablo Enrique Rodríguez Pérez, el actual subdirector general de Formación y Seguridad, considerada la academia de reciclaje de conocimientos de los funcionarios de la corporación policial, centro que ha cogido aún más relevancia tras la desaparición de la academia de la Comunidad de Madrid.
Rodríguez Pérez fue nombrado por el concejal de Seguridad, Enrique Núñez, responsable del grupo especial de control de espectáculos públicos (SIES), creado a consecuencia de la tragedia del Madrid Arena. Poco después, fue trasladado al área de formación. También ha dirigido la Unidad de Coordinación Judicial.De los autobuses a la Policía
El otro candidato con posibilidades de sustituir a Monteagudo es José Luis Morcillo, que fue inspector jefe de la Policía hace tres legislaturas y que hasta hace unos días se encontraba en situación de excedencia ocupando el cargo de responsable de seguridad de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), puesto que entonces creó para él el entonces concejal de Seguridad Pedro Calvo, desplazado también tras el Madrid Arena.
Actualmente, Morcillo ha dejado su puesto en la EMT para reincorporarse a la Policía Municipal, movimiento que tenía previsto antes de la dimisión de Monteagudo, y está haciendo el curso para ser subinspector.
La tercera opción es que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento elija a uno de los otros tres funcionarios –además de Monteagudo y Morcillo– que aprobaron la oposición a subinspector y que actualmente están realizando el citado curso. Los cinco son los únicos que contarán con una plaza de subinspector en propiedad y no de forma habilitada, como actualmente se encuentran el resto de subinspectores e inspectores de la Policía Municipal de Madrid.
Los tres que también superaron las pruebas sonTeodoro Pérez, subinspector central de Seguridad (UCES); José María Valdivia, subinspector del Distrito 2 (Arganzuela, Salamanca, Retiro y Chamberí); y Fernando Martín, subinspector central de Policía Judicial, único funcionario que se presentó al examen de ascenso por oposición libre (el resto lo hizo por promoción interna).
Si el consistorio se inclina por la opción de recurrir a savia nueva, probablemente se decante por alguno de estos tres, ya que no tienen tantas connotaciones políticas. Además, sería un modo de lanzar un mensaje de profesionalidad, ya que se trata de los que superaron la prueba para acceder a la mayor oposición que actualmente tiene la corporación policial.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios