Si su contraseña habitual es '123456'... cámbiela antes de seguir leyendo

  • Sólo uno de cada tres españoles utiliza contraseñas distintas para cada cuenta, y uno de cada diez utiliza la misma contraseña para todas las cuentas.

    La más utilizada es '123456'. Los expertos aconsejan usar más de ocho caracteres. Un consejo: piense en una frase y luego cambie el orden y cambie letras por números. Me_gusta_mi_casa ------- M2_Gust1_C@s@_M3.

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L.I
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Si su contraseña habitual es 123456 corra a cambiarla. En un pestañeo un hacker puede entrar sin problema en lo que proteja. Sirva de consuelo que la mitad del planeta utiliza contraseñas muy simples. Como usted, el 17% de los usuarios utiliza '123456'. ¡Ah!, y quítese de la cabeza cambiarla por otras como 111111 o password porque son fáciles de memorizar.

El primer pecado mortal que cometemos es utilizar menos de ocho dígitos. Otro error es no combinarla con caracteres alfanuméricos y que no sea predecible (fecha de nacimiento). Un consejo: piense en una frase y luego cambie el orden de algunas letras y convierta algunas letras en números. Me_gusta_mi_casa ---------- M2_Gust1_M3_C@s@.

Otros tres errores básicos:

1) los usuarios utilizan la misma contraseña para múltiples cuentas, lo que en el caso de una contraseña se filtre, son varias las cuentas que pueden ser pirateadas;

2) los usuarios utilizan contraseñas débiles, fáciles de hackear; y

3) la mayoría de las personas almacenan sus contraseñas de forma precaria, lo que deja sin sentido la razón de poder contar con claves de acceso.

“Si tenemos en cuenta la enorme cantidad de información privada y sensible que hoy en día almacenamos, los usuarios deberían preocuparse más por sí mismos y contar con una protección eficaz para sus contraseñas. Es algo que parece obvio, pero muchos no se dan cuenta que están cayendo en los errores más elementales de gestión de contraseñas. Estos errores, a su vez, están dejando al descubierto sus correos electrónicos, cuentas bancarias, archivos personales y demás informaciones valiosas”, reconoce Alfonso Ramírez, director general Kaspersky Lab Iberia.

El estudio de Kaspersky muestra como un gran número de personas en España, casi una de cada cuatro (24,8%), han sido víctimas de intentos de pirateo de alguna de sus cuentas bancarias, pero son pocas las que cuentan con una seguridad de contraseñas efectiva e inteligente. Por ejemplo, sólo cerca de un tercio (28,6%) de los usuarios de Internet en España ha creado contraseñas distintas para las diferentes cuentas online y, lo que es más preocupante, una de cada diez personas utiliza la misma contraseña para todas las cuentas. Con que tan sólo se consiga acceder una vez a la contraseña, estas personas corren el riesgo de que todas y cada una de sus cuentas puedan ser pirateadas y utilizadas.

Además, las contraseñas que las personas crean no son tampoco lo suficientemente fuertes para protegerles del pirateo y la extorsión. Sólo cerca de la mitad de los entrevistados españoles (49,2%) combinan mayúsculas y minúsculas en sus contraseñas, y apenas llegan a los 2/3 (62,8%) los que combinan letras y números, y todo ello a pesar de que los usuarios están convencidos que sus cuentas de banca electrónica (55,8%), correo (47,1%) y tiendas electrónicas (37,3%) necesitan unas contraseñas fuertes.

El estudio muestra también cómo los usuarios maltratan sus contraseñas, compartiéndolas con otros y utilizando métodos inseguros para recordarlas. Cerca de la cuarta parte (24,9%) de los españoles han compartido su contraseña con algún miembro cercano de su familia, y uno de cada 10 (9,7%) lo ha hecho con sus amigos facilitando que puedan ser filtrados de forma inintencionada.

Uno de cada cinco españoles (21,1%) escribe sus contraseñas en un cuaderno, para no tener que recordarlas. Y aunque la contraseña pueda ser robusta, la posibilidad de que otra persona pueda verla y usarla es una realidad.

Alfonso sigue diciendo, “Internet lleva ya tiempo en nuestras vidas, pero seguimos cometiendo con las contraseñas los mismos errores de siempre. Las mejores contraseñas no pueden encontrarse en un diccionario, pues tienen que contener mayúsculas y minúsculas, signos de puntuación y números. El gran número de contraseñas que utilizamos diariamente no nos lo pone fácil, por lo que poder contar con un gestor de contraseñas puede ayudarnos a recordar y a generar unas lo suficientemente robustas, que minimicen el riesgo de que nuestras cuentas puedan ser pirateadas”.

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