El alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, seguirá en su cargo al menos hasta el jueves, siguiendo el mandato de la dirección del PSOE en su ciudad, que le ha pedido su continuidad al frente del Consistorio. Ese día, el jueves, todos los afiliados socialistas de la tercera ciudad de Galicia se reunirán para decidir la procedencia de que mantenga el bastón de mando en una situación de libertad condicional con una imputación por cohecho y prevaricación en el marco de la Operación Pokémon.
Frente a este apoyo sin fisuras brindado por la ejecutiva local, la cúpula del PSOE en la provincia de Ourense, controlada mayoritariamente por el jefe de filas y candidato socialista a la Presidencia de la Xunta, Pachi Vázquez, se ha reunido este mismo martes para escenificar su respaldo a las direcciones autonómica y federal en su decisión de suspender de militancia a Rodríguez. Sobre este punto concreto también se ha pronunciado el aparato del partido en la ciudad, para exigir la "inmediata retirada" del expediente abierto.
En todo caso, no todos los miembros de la ejecutiva provincial socialista comparten la opinión de que el todavía primer edil ourensano deba abandonar su cargo ni de que proceda su expulsión del partido en tanto que no se despeja su imputación. De hecho, son varias las voces que han destacado su "honradez" y su "honestidad" y que se niegan a "creer" los cargos que pesan sobre él.
Sea como sea, el propio Pachi Vázquez ha advertido este martes de que "cuando estás en la vida pública, hay algo más que la inocencia" y ha declinado posicionarse abiertamente en defensa de la inocencia del alcalde, juzgando "accesoria" su opinión. En lo que sí ha hecho hincapié es en la necesidad de "transmitir a la opinión pública" que su partido actúa "con contundencia" en supuestos casos de corrupción y en el mensaje de que los políticos son coyunturales. Por ello, bajo su punto de vista, su permanencia en los cargos puede dañar la "imagen" de la institución que representan y de las siglas de su partido.
En este escenario, queda por ver si la dirección del Partido Socialista de Galicia opta por intensificar la presión sobre Rodríguez, iniciada este lunes también con dirigentes de Ferraz, o si espera a la decisión de las bases socialistas en la ciudad. El que ya ha dejado claro que no esperará es el BNG, su socio de gobierno y complemento necesario para gobernar en mayoría absoluta, que ha advertido de que el jueves abandonará la coalición en caso de que no haya renunciado a su acta de concejal.
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