El código ético del guardia civil divide a populares y socialistas

    • El PSOE y la Asociación Unificada de Guardias Civiles son partidarios de retirarlo de la reforma de la Ley de Personal que tramitan Las Cortes y que el PP en solitario aprobó en primera instancia en julio.
    • La obligación de los funcionarios de "cumplir con exactitud sus deberes impulsados por el honor" o "la disposición de defender a España", entre los 15 puntos del texto.
La disciplina y la jerarquía, entre los principios básicos de la Guardia Civil.
La disciplina y la jerarquía, entre los principios básicos de la Guardia Civil.

La negociación a cuenta de la Ley de Personal de la Guardia Civil ha dado para mucho. La norma aborda aspectos amplios y dispares, pero que repercuten todos directamente en los funcionarios. Además de la ya conocida integración de escalas de mandos, hay otros puntos que también han generado controversia entre los miembros de la corporación y los grupos políticos. Entre ellos, el denominado código de conducta que incluye el texto aprobado el pasado julio en el Congreso de los Diputados.

Se trata de un conjunto de ideas que señalan cuál es el comportamiento adecuado que deben tener los guardias civiles y que se aprobó después de que saliera adelante un texto similar en la Policía, aunque en este último caso no haya sido necesario que vaya incluido en la Ley de Personal del cuerpo hermano. Según fuentes del Grupo Parlamentario Popular, era una obligación incluir esta compilación de normas deontológicas en el precepto.

No en vano se trata de un principio fundamental para el Gobierno. De hecho, el pasado 12 de junio, el director de la Policía, Ignacio Cosidó, acompañado del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo que "en momentos de crisis hacen falta instituciones fuertes y con valores". Y añadió, entre estos últimos, "jerarquía, disciplina, autoridad o espíritu de sacrificio", principios que guían el citado código de conducta tanto de la Policía como de la Guardia Civil.

Los socialistas, sin embargo, no opinan igual y consideran que no era necesario. En las enmiendas que presentaron, de hecho, recomendaron que la ley se limitara a recordar que el guardia civil debe seguir "las reglas de comportamientos propias de la condición militar". "No resulta necesario fijar nuevos criterios para determinar el código de conducta de los guardias civiles", sentenció entonces el Grupo Socialista, que propuso eliminar íntegramente el punto 6 del texto legal, que recoge el polémico código, cosa que no admitió el PP. En la misma línea apuntó también la mayoritaria Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que se pronunció abiertamente en contra de la iniciativa.Estilo basado en "el ejemplo y el liderazgo personal"

La polémica en torno al código de conducta provocó que los socialistas se distanciaran de los populares durante las conversaciones previas a la votación y que, unido a otros desacuerdos entre ambos grupos, los primeros terminaran por no apoyar la iniciativa legislativa del Gobierno, a pesar de que PP y PSOE ya habían llegado a un consenso para sacar adelante la norma.

El código, recogido en el punto 6 de la Ley de Personal bajo el título 'Reglas de comportamiento del guardia civil', consta de 15 apartados que abordan asuntos de forma y de principios relativos a la conducta de los funcionarios. El texto tan solo recoge un pequeño titular en cada uno de los 15 puntos y deja para un futuro reglamento el desarrollo y concreción de los enunciados.

El empleo "proporcionado de la fuerza", la "abnegación", el "valor", el "espíritu de servicio", la "disciplina", el respeto a la jerarquía, la obediencia, la responsabilidad al mandar, la utilización del saludo como "muestra de respeto mutuo", el "estilo de mando basado en el ejemplo y el liderazgo personal", el"cumplir con exactitud sus deberes y obligaciones impulsados por el sentimiento del honor"o "la disposición permanente de defender a España" son algunas de las indicaciones que expresa el discutido artículo 6.El PP, en solitario

La reforma de la Ley de Personal ha desgastado enormemente al Grupo Parlamentario Popular durante su tramitación parlamentaria. De hecho, el PP se ha encontrado en frente –además de a todo el arco político– tanto a AUGC como a la asociación que aglutina a los mandos de la Guardia Civil, la Unión de Oficiales. Unos y otros se han posicionado en contra de los aspectos más importante del precepto.

De hecho, los oficiales incluso han amenazado con salir a la calle a protestar contra el texto por entender que discrimina a los mandos de promoción interna (que suponen dos tercios del total de jefes del cuerpo) en beneficio de los que salen de la Academia General Militar directamente como oficiales. Entre estas iniciativas destinadas a mostrar su malestar en público, los mandos afectados se han planteado la posibilidad de llevar a cabo una peregrinación religiosa a la Basílica del Pilar, ya que la ley les prohibe manifstarse como cualquier sindicato.

El enorme malestar generado en el cuerpo en torno a la Ley de Personal se ha trasladado a las redes sociales, donde existe hasta una plataforma con miles de seguidores que rechaza la aprobación del precepto. La norma ha superado ya el primer trámite parlamentario tras la aprobación del texto el pasado julio en el Congreso. Después del inicio del curso en septiembre, irá al Senado, donde podrá experimentar nuevos cambios, y luego volverá a la cámara baja para su aprobación definitiva.

Tanto populares como socialistas tratarán de aprovechar los trámites que aún quedan para acercar posturas e intentar conseguir el consenso que rompieron durante el paso de la reforma por el Congreso.

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