El sector más duro de ETA crea su propio movimiento de presos enfrentado al 'oficial'

Suponen una minoría dentro de la banda terrorista ETA y su entorno, pero empiezan a mostrar sus cartas y sus discrepancias. No están dispuestos hacer una sóla concesión ante un supuesto proceso de paz e, incluso, apuestan por seguir con la lucha armada.

La opción por el desarme y la paz, pese a que es la línea oficial, no es respaldada por todo el mundo de ETA y ya han surgido varias escisiones y movimientos alternativos, que apuestan por el inmovilismo. Algunos expertos apuntan que se está constituyendo una ETA auténtica, dispuesta a seguir matando, muy similar al IRA auténtico, surgido durante una escisión del IRA provisional y opuesto al alto el fuego y a los acuerdos de paz.

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Si hace dos años surgía en Vizcaya Ibil, una rama política de ETA radicalmente entrentada a Sortu y Bildu, que buscaba adeptos y que podría estar buscando armas fuera de España, ahora los opuestos al proceso de paz han creado un grupo que aglutina a los presos más reaccionarios y opuestos a doctrina oficial y mayoritaria denominado Amnistía eta Askatasuna.

A la sombra de Ibil y con algunos miembros en común ha sido creada Amnistía eta Askatasuna, un movimiento que reclama, sin concesiones, a amnistía de todos los presos, uns pretensión radicalmente opuesta a la que el pasado diciembre dio a conocer el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK), arropados por Sortu, que aceptan un proceso de vuelta a casa y la aproximación a Euskadi, el reconocimiento de las condenas, y las vías legales en este proceso se realicen por vias legales.

EPPK remitió a los diarios Gara y Berriasendas cartas asegurando que contribuiría a que no se entorpeciese el proceso de paz y su compromiso absoluto con el nuevo escenario, además de su renuncia con los métodos utilizados en el pasado.

Según ha podido saber La Información, el nuevo movimiento de presos opuestos a la línea oficial critica duramente la desmovilización y la pérdida de discurso con respecto a los "represaliados políticos y luchadores", así como las salidas individuales de presos defendida desde EPPK.

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Exige el honor y la dignidad de todos los presos, una pretensión opuesta al reconocimiento de la condena postulado desde el entorno de Sortu, y que para salir de la cárcel no se tengan en cuenta las condenas "impuestas desde los tribunales de guerra español y francés".

Dejando claro que la paz se "encuentra secuestrada en las cárceles" y con la pretensión de ganar apoyos en la calle para recuperar la ilusión perdida, concluyen reivindicando un objetivo maximalista: "La amnistía como la superación de todas las causas qeu origina el conflicto entre Euskal Herria y los Estados español y francés". Unas pretensiones utópicas sin reactivar la lucha armada.

El pasado 6 de mayo TeInteresa informaba que Fermín Sánchez Agurruza, preso en Francia entre 1995 y 2003 por pertenencia a banda armada y profesor de un colegio público de Urdax-Zugarramurdi (Navarra) y líder de Ibil había desaparecido desde finales de febrero, con la intención de conseguir nuevos adeptos a su movimiento marxista partidario de la lucha armada y descalificado desde Sortu.

Ibil surgió en 2012 en Vizcaya y ya tendría un peso importante en Navarra, las dos provincias en las que la violencia callejera no ha cesado. Ibil propone por una República socialista, laica, revolucionaria e independiente en Euskal Herria, que se supriman los derechos políticos de la burguesía, la nacionalización de la economía y dejar a todos los presos en la calle, una clara coincidencia con Amnistia eta Askatasuna.

El ideario de Ibil excede las pretensiones más disparatadas de la izquierda abertzale más extrema y está enfrentado con Sortu y los oteguistas, a los que acusan de intentar que sus militantes se arrodillen ante el enemigo y de haberse aburguesado y de actuar de forma dictatorial.