En caso de prisión, Urdangarin elegiría el centro y estaría en un módulo de respeto

    • Las fuentes consultadas por lainformacion.com aseguran que el duque consorte de Palma, en el hipotético caso de condena penitenciaria, ingresaría en la cárcel en la que sus abogados puedan asegurarle un tratamiento más favorable.
    • Seguramente, Urdangarin disfrutaría de un módulo de respeto, que constituyen una unidad de separación interior dentro de un centro penitenciario
Iñaki Urdangarín
Iñaki Urdangarín
Bruno Pérez

¿En qué cárcel ingresaría Iñaki Urdangarin en el hipotético caso de que le condenaran a prisión? ¿Quién elegiría la cárcel? ¿Tendría algún privilegio el duque consorte de Palma? ¿Y qué grado penitenciario le correspondería?

Para despejar todas estas dudas, lainformacion.com se ha puesto en contacto con distntos expertos en la materia."El principio general dice que al preso se le ingresa en la prisión más cercana donde realiza su vida familiar y que menos desocialice al sujeto condenado", explica elcatedratico en Derecho Penal, Norberto de la Mata.

Con estas palabras, De la Mata viene a decir que Urdangarin, de ir a prisión, lo haría "seguramente" en Barcelona. Pero no es del todo seguro. "No hay una regla fija, depende de las plazas y de las necesidades de control", puntualiza, y añade: "Instituciones penitenciarias tiene en sus manos la decisión final".¿Guadalajara?

Juan Ignacio Sanz, abogado penalista en Sanz Cabrejas, señala que cuando uno ingresa voluntariamente elige el centro. En el caso de Urdangarin, Sanz cree que Urdangarin ingresaría en Guadalajara. "Es una cárcel muy pequeña y antigua, y ahí van a parar policías que no quieren juntarse con gente a la que han detenido o políticos como Barrionuevo o Vera".

El de Guadalajara es un centro donde se controlan muy bien las condiciones de vida porque residen muy pocas personas e Instituciones Penitenciarias puede garantizar la seguridad.Urdangarin irá donde consiga un tratamiento más favorable

Según fuentes consultadas por este medio, lo más probable es que Urdangarin trate de ingresar en una prisión en la que sus abogados conozcan algún miembro de las Juntas de Tratamiento, para poder negociar con ellas y conseguir lo antes posible el tercer grado."Es lo que ha hecho Ortega Cano, que en vez de ir a la prisión de Sevilla, prefirió ingresar en Zuera, donde sus abogados conocen mejor a las Juntas de Tratamiento", explican estas fuentes. De hecho, la familia de Ortega Cano se ha desplazado hasta Zaragoza para que el extorero pueda conseguir cuanto antes el régimen abierto alegando que está enfermo¿Régimen cerrado, ordinario, abierto o libertad condicional?

Cuando un juez condena a prisión a una persona, lo normal es que se le asigne el segundo grado penitenciario, conocido como el régimen ordinario. "El régimen cerrado es solo para los condenados de máxima peligrosidad", indica el penalista, quien afirma con rotundidad que Urdangarin "no entraría ahí en ningún caso".

Sin embargo, Urdangarin podría pasar al tercer grado tras pasar un tiempo en el segundo. "Si es condenado a menos de 5 años, se le podría ubicar en el régimen abierto", explica. Lo normal es que, transcurrido un tiempo, que suele ser un año, el preso logre el tercer grado.

¿Qué implica el tercer grado? El reo está obligado a dormir en prisión de lunes a jueves, y el resto del tiempo está fuera, trabajando o dedicándose a sus actividades. En definitiva, pasar de segundo a tercer grado es una forma de preparar al preso para la vida en libertad. "Si existen cargas familiares, el preso tiene trabajo estable y la vida en la cárcel no le va a aportar nada, no hay mayor problema en que se le ubique en régimen abierto", señala el experto.En cambio, si Urdangarin es condenado a más de cinco años, debería pasar más tiempo en el régimen ordinario.Excepciones

Norberto de la Mata indica que hay contados casos en los que el reo, pasados solo dos meses en el segundo grado, asciende al tercero. Sin embargo, el catedrático no cree que el duque de Palma, si ingresa en prisión, pase al régimen abierto tan rápido. "Llamaría mucho la atención por lo mediático del caso", puntualiza.Módulo de respeto

"En caso de que tuviera que tomar yo la decisión de en qué lugar de la cárcel ingersaría a Iñaki Urdangarin, iría a un Módulo de Respeto", asegura con contundencia el director de una importante prisión española. "Reúne los requisitos para entrar en uno de ellos: ha cometido un delito primario, un delito patrimonial, no tiene antecedentes penales y no va a dar ningún problema de comportamiento en la cárcel por su nivel formativo", explica.

Pero, ¿qué es un Módulo de Respeto (MdR)?

Según el Ministerio del Interior, los Módulos de Respeto son una unidad de separación interior dentro de un centro penitenciario. La iniciativa de los MdR se puso en marcha en 2001 en la prisión de Mansilla de las Mulas, en León, con el objetivo de conseguir un clima de convivencia homologable en cuanto a normas, valores, hábitos y formas de interacción al de cualquier colectivo social normalizado. Actualmente, todas las prisiones españolas cuentan con este tipo de regímenes, que constituyen una apuesta decidida por la integración: en ellos se prepara a los internos para su regreso a la sociedad.

"La Ley General Penitenciaria pretende que el penado no sea un ser eliminado de la sociedad si no una persona que continúa formando parte de la misma, incluso como miembro activo. Está sometido a un régimen jurídico, motivado por su comportamiento antisocial anterior y encaminado a preparar su vuelta a la vida libre en las mejores condiciones para ejercitar socialmente su libertad", explica un educador de la segunda prisión española en la que se implantó esta modalidad penitenciaria en Burgos.

El módulo funciona de forma completamente independiente respecto al resto de la prisión. Dispone de una galería, tiene su propio economato y cuenta con biblioteca, comedor y patio. "Los internos de estos módulos no tienen contacto con el resto de los reclusos de la cárcel, aunque la normativa en cuanto a controles, cacheos y requisas es la misma para todos ellos", explica otra educadora de un módulo de respeto.

Las mismas fuentes señalan que la inclusión del interno en el programa es voluntaria, aunque es la administración penitenciaria la que decide qué presos pueden incorporarse a él. El ingreso lleva implícita la aceptación de las normas del módulo. "Regulan desde el área personal hasta el área de actividades", explican. Los reclusos firman un contrato por el que se comprometen a cumplir estas estrictas normas de convivencia a cambio de obtener unos privilegios con respecto al resto de internos, como por ejemplo que cada tres meses pueden ir familiares al módulo a visitarles. Otro de los privilegios que tienen los reclusos que cumplen condena en el interior de uno de estos módulos es que de vez en cuando realizan salidas culturales. Por otro lado, una de las disposiciones incluye la participación en el trabajo de los talleres.

"Quienes nos encargamos del programa somos profesionales, funcionarios del Ministerio del Interior, pero los propios internos también son responsables del funcionamiento: todas las semanas se celebra una asamblea para evaluar la marcha del módulo, sin nuestra presencia", explica la educadora.

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