Es una regla no escrita: "Hablar de temas delicados en el despacho del ministro es una imprudencia"

  • Un exalto cargo de Interior arremete contra Fernández Díaz por sus imprudencias y por "hablar de lo que no tiene que hablar".

    El CNI realiza cada tres meses un barrido electrónico de los despachos de los ministerios para detectar micrófonos. Utilizan el sistema tempest.

El escándalo de las escuchas del ministro de Interior ha estallado en plena campaña electoral.
El escándalo de las escuchas del ministro de Interior ha estallado en plena campaña electoral.

¿Quién grabó la conversación entre Jorge Fernández Díaz y el jefe antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso? Esta es la pregunta que se hacían este miércoles en el Ministerio del Interior y también en Moncloa, ya que se temió que la filtración de la conversación afectara al candidato del PP a falta de cinco días para las elecciones, a pesar de que se produjo hace dos años.

Existen tres teorías sobre cómo se pudo grabar esa conversación.

En primer lugar, grabarla uno de los interlocutores, directa o indirectamente. De esta manera, existe la posibilidad de que un móvil pudiera ser manipulado (se apunta a una posible interceptación del teléfono de De Alfonso), de tal forma que el dispositivo pudiera ser utilizado como micrófono, incluso estando apagado.

También se pudo grabar a través de un sistema de grabación a distancia. En el mercado, actualmente existen modelos de grabación que no dejan ningún rastro y que ya se han usado en este país, por ejemplo, para grabar a Alicia Sánchez Camacho y Victoria Álvarez.

Por último, alguien con acceso al despacho del ministro pudo haber colocado micrófonos. A pesar de que se hacen barridos regulares de seguridad, si el dispositivo de escucha no se encuentra activo en ese momento, es indetectable. Como estas comprobaciones se hacen fuera del horario de oficina, puede darse la posibilidad de que el micrófono solo se encuentre en funcionamiento durante las horas que presumen que el ministro estará trabajando.

En cualquier caso, la grabación es real y verídica. Lo escandaloso del caso es que se registrara una conversación que tuvo lugar en el despacho del ministro del Interior, ubicado en la segunda planta del palacete situado en el número 5 del Paseo de la Castellana.

Lainformación.com ha podido contactar con un alto cargo del ministerio del Interior, que ocupo un puesto de máxima responsabilidad en ese departamento. Prefiere que se publiquen sus comentarios sin citar su nombre. Tampoco quiere que se publique en qué gabinete trabajó. Sus palabras son dardos contra Fernández Díaz:

-- "Fernández Díaz es un imprudente. Su ego le puede", afirma con cierto malestar. 

Este alto cargo asegura que es una regla no escrita "no hablar de asuntos delicados o comprometedores en los despachos". Ni siquiera en el del Ministerio del Interior. Asegura que todo el mundo sabe que en el despacho no se pueden tratar asuntos importantes porque se pueden filtrar o pueden acabar en manos indeseadas. Afirma que tampoco se habla de estos temas en restaurantes, por temor a que algún objeto del decorado, como los floreros, oculte un micrófono.

El antiguo alto cargo, que asegura conocer bien a Jorge Fernández Díaz, añade que el actual ministro habla de cosas en público sobre las que no tiene que hablar. Por ejemplo, dos fuentes diferentes han confirmado a lainformacion.com que en los últimos días ha contado en ambientes policiales, y ante la sorpresa de sus interlocutores, los buenos datos que está atravesando el turismo en España.¿Hay una guerra en Interior?

La misma fuente, que como decimos prefiere mantener el anonimato, asegura que en el Ministerio del Interior conviven diferentes familias: hay guardias civiles y policías y, por lo general, no se llevan bien. Y el ministro y el secretario de Estado se encuentran entre ambas. Recuerda que el primer secretario de Estado de Seguridad que tuvo Jorge Fernández Díaz, Ignacio Ulloa, dimitió un año después de tomar posesión sin aclararse los motivos de su marcha.

Otras fuentes son más contundentes: "Esto es una guerra entre policías. El ministro, en un momento dado, se mostró más favorable a una facción y el otro clan se está tomando ahora la venganza". Alguna facción de la Policía no traga al Fernández Díaz, añaden.

Y avisan: "Hay bastantes más grabaciones de que las que han salido hoy y alguna de ellas bastante más comprometedoras". "Este ministro, de cualquier manera, es muy dado a los jueguecitos de espías, a las conspiraciones..."Un ministro rodeado de polémicaLa conversación con el director de la Oficina Antifraude de Catalunya no es la única polémica en la que se ha visto envuelto el ministro del Interior. La última, y más sonora, fue sin duda la reunión mantenida con Rodrigo Rato en su despacho oficial, después de que el exministro fuese imputado. La oposición en pleno pidió su dimisión.Fernández compareció en la Comisión de Interior del Congreso, donde aseguró que fue el también exvicepresidente económico quien le solicitó ese encuentro porque estaba preocupado por su seguridad, tras recibir varias amenazas. Consideró que recibirlo era su “deber y responsabilidad”.Como en esta ocasión, el titular de Interior vio también “conjeturas calumniosas” en las acusaciones de los diferentes grupos. El PSOE presentó una denuncia ante la Fiscalía por presuntos delitos de prevaricación, omisión del deber de perseguir delitos y revelación de secretos, luego archivada.Algunas de sus intervenciones en foros y medios de comunicación han provocado también la reacción de la oposición, como cuando aseguró que una Cataluña independiente sería “pasto del terrorismo y del crimen organizado” al quedar fuera de los tratados de la UE y la OTAN.Contra Podemos ha tenido algunas aseveraciones controvertidas. El pasado año aseguró a su líder de importarle más los verdugos que las víctimas y haber asumido el discurso de la izquierda abertzale.En otra ocasión, aseguró también que el aborto “tiene que ver con ETA”. Fernández hizo estas declaraciones en una rueda de prensa sobre detenciones a la banda terrorista, preguntado por la reforma legislativa que planeaba el Gobierno. Antes, en un acto organizado por la Embajada de España en el Vaticano, cargó contra el matrimonio homosexual asegurando que éste “no garantiza la pervivencia de la especie”.La inmigración ha sido otro de sus asuntos de discordia. Para Fernández, las concertinas no eran agresivas y apenas producían“heridas leves”."Tú pon a miles de inmigrantes ilegales circulando por las calles y verás con quién está de acuerdo la mayoría de la sociedad", defendió en plena polémica por la política migratoria del Gobierno tras la muerte de varios inmigrantes en Ceuta.Algunas de sus actuaciones provocaron también el malestar de sus 'subordinados', como la Policía. En especial, su ausencia en el funeral del agente Francisco Javier Ortega del Real, arrollado el año pasado por un tren cuando iba a identificar a un sospechoso.

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