La Administración cierra la puerta al talento joven y cada día es más vieja

  • La falta de reposición, la escasa competitividad y el clientelismo alejan a los jóvenes con más talento de una Administración que necesita evaluar y renovar las capacidades y los salarios.

    El 65% de los empleados públicos españoles en los ministerios tienen más de 50 años. El porcentaje de empleados mayores de 60 años ya supera al de menores de 30.

La Administración cierra la puerta al talento joven y cada día es más vieja
La Administración cierra la puerta al talento joven y cada día es más vieja
J.L.G.G

La Administración necesita savia nueva, jóvenes... si no quiere acabar al borde la extinción. El 65% de los empleados públicos españoles en los ministerios tienen más de 50 años. De los 188.506 funcionarios contabilizados de la Administración central (serían 206.706 contando Agencias Estatales e Instituciones Sanitarias y de Defensa, pero estas áreas no se incluyen en la descripción de edades), 122.615 tiene esa edad o más. El porcentaje en 2006 era del 36%.

Un estudio sobre empleo público realizado por la escuela de negocios Esade y editado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) dice más: el porcentaje de empleados mayores de 60 años ya supera al de menores de 30. La presencia de empleados públicos de menos de 30 años en estas Administraciones se ha visto reducida en un 76,58% a lo largo de la crisis económica, mientras que en el mismo periodo el porcentaje de empleados de más de 60 años ha aumentado en un 22,47%. Uno de sus autores, Francisco Longo, profesor y director general adjunto de ESADE Business School and Law School, considera que con ello "la administración pierde impulso, innovación, ideas nuevas y competitividad. Tenemos una Administración huérfana de liderazgo".

Más datos demuestran que los jóvenes son un rara avis en la Administración. Solo 1.217 de los funcionarios de los Ministerios tienen menos de 30 años, en lo que el CSIF ya califica como una situación dramática, ya que la cantera de jóvenes se ha reducido en torno a un 80% en solo seis años. Hay casos tan dantescos como que en Patrimonio solo se contabilice a una persona menor de 30 años entre sus 4.956 integrantes, que en el Ministerio de Energía y Turismo sean cuatro de 2.471, y en Fomento solo cinco de 4.956. En Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente cuyo número de funcionarios es de 8.220 solo son 12.

El envejecimiento de la Administración es notable en todos los ámbitos. Entre el personal laboral la cifra de los mayores de 50 alcanza al 69,9%, y en el apartado otro personal es del 39%. Entre los funcionarios de carrera del personal al servicio de Ministerios, Organismos Autónomos y áreas actividad salvo docencia universitaria, el número de funcionarios mayores de 50 años de carrera alcanza también el 65,1% (de los 132.244, 86.093 tienen más de 50 años).

A escala europea, Italia es el país con mayor proporción de personas mayores de 55 años en la administración pública central. España ostenta el tercer puesto, superada por Islandia. En Italia, Grecia, España, Polonia y Corea menos del 10% de los empleados del gobierno tienen entre 18 y 34 años, según un informe de la OCDE.

El CSIF ha reclamado un plan de choque para garantizar la viabilidad de la Administración General del Estado y ha responsabilizado a las limitaciones de la tasa de reposición y a los recortes de una situación que resulta insostenible.

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En este sentido, Francisco Longo, profesor y director general adjunto de ESADE Business School and Law School tiene claro que "la congelación de la plantilla ha influido en el envejecimiento de la Administración", y añade un problema más: "con las jubilaciones masivas no se encuentran perfiles adecuados para sustituir".  Pero tampoco le estimula la oferta de empleo público hecha por el Gobierno: "Puede ser un fraude si los puestos quedan en manos de los interinos que ya están. El problema es más cualitativo que cuantitativo. Es lógico que se recuperen empleos, pero que sean médicos y profesores y no auxiliares administrativos. Hay que valorar el talento y ahí es donde debe ir la subida salarial. Todas las generales son injustas y más si van a los cuadros que ya cobran más que en el ámbito privado".¿Se cierra el paso a los jóvenes a la Administración?

"Los jóvenes buscan crecimiento profesional, trabajos que les motiven y estén en la vanguardia de su tiempo, en un entorno transparentes y limpio. Con esta realidad de la Administración solo se consigue que los mejores se vayan a la empresa privada y los que apuesten por lo público sean los que solo quieren seguridad en el trabajo", apunta Longo.

Y eso se nota en la calidad. Los datos del World Economic Forum nos presentan una realidad administrativa de España por debajo de la media de la UE en lo que respecta a la calidad de instituciones y al desempeño del sector público, siendo uno de los factores de su atraso el cuello de botella para progresar en ella. Las deficiencias llegan a una población que da al funcionariado un 4.6 de nota.

La pérdida de talento joven tiene consecuencias, según describen en el informe ‘El empleo público en España: desafíos para un Estado Democrático más eficaz’, el equipo de investigadores de ESADE formado por Carlos Losada, Manuel Pérez y Francisco Longo y Adriá Albareda, Investigador en la Universidad de Leiden.

Por un lado, lastra la especialización, exigida por las demandas de tecnificación futuras, y la polivalencia dentro del ámbito laboral. Cierto que la experiencia es un grado, también en la Administración, pero como señalan los expertos, "ésta debe instaurar modelos de selección que permitan contratar nuevo personal y ajustar los puestos de acuerdo con el mérito, la capacidad, la igualdad y la transparencia". Y habrá que romper barreras.

Por un lado, "diversificar los horarios de trabajo, incorporar trabajos a distancia, hacer evaluaciones que conlleven acciones disciplinarias en caso de suspenso (que casi no se producen), y aumentar la protección sobre los funcionarios encargados de evitar la corrupción". En suma, más competencia y más motivación para atraer sangre joven. "Más reformas", apunta Longo.Falta cualificación y evaluación

El bajo uso de la evaluación del desempeño laboral impide, en general, vincular una parte de los salarios al rendimiento, clave para que un trabajo sea atractivo. La uniformidad y la rigidez son dos patologías graves del sistema de gestión del empleo público español, según el informe elaborado por el Instituto de Estudios Económicos. Desarrollar regulaciones diferenciadas y adaptadas a cada sector y atribuir a las organizaciones públicas y a sus gestores mayor autonomía para gestionar sus recursos humanos son dos recomendaciones en las que los expertos coinciden ampliamente.

Nuestra administración cuenta con menos trabajadores especializados y tecnificados que la UE en su conjunto y con menos directivos. En España no se cuida el capital humano porque priman, según manifiesta el IESE, el "clientelismo político, la falta de evaluaciones que ofrezcan recompensa al trabajo bien hecho, la escasa movilidad y al imposibilidad para escalar en la Administración con facilidad en base a los conocimientos y logros".

Así, contratar a un analista de datos es casi imposible porque los salarios no son competitivos, y entonces... se contratan auxiliares administrativos", señala Longo. "Hay que mirar a las administraciones del norte de Europa, hay que ver las reformas hechas en Canadá, Australia, Nueva Zelanda...esas pueden ser un espejo. La Administración no morirá nunca, pero hay que salvar que pueda cumplir su papel ante unos problemas cada vez más complejos que solo el mercado no puede afrontar".

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