Gallardón y Solana, nombres que los cenáculos manejan para presidente independiente

    • Se habla de la figura de una figura de consenso, aceptada por PP y PSOE, para liderar las reformas que necesita España.
    • Debe ser un líder de centro, no demasiado significado hacia la izquierda o la derecha.
Sáenz de Santamaría destaca la "gran visión política" de Gallardón
Sáenz de Santamaría destaca la "gran visión política" de Gallardón

Madrid es todo un hervidero de comentarios, suposiciones y quinielas de cara a lo que puede pasar en el país en los próximos meses. Las grandes figuras de la política, las empresas y los medios de comunicación hacen cábalas sobre el futuro político del país en las reuniones privadas que mantienen. En algunas de ellas se habla abiertamente de la figura de un presidente independiente.En los mentideros políticos se habla con preocupación de la situación de parálisis en la que está sumido el país. Con un Mariano Rajoy enrocado en su puesto y un Pedro Sánchez al que acusan de querer gobernar a toda costa, en los encuentros privados en casas y restaurantes cobra cada vez más fuerza la idea de elegir a un candidato independiente a la presidencia del Gobierno.La idea de encontrar un presidente de consenso está ahí y se comenta con relativa insistencia. Sería similar al acuerdo encontrado en Cataluña: designar a un mirlo blanco capaz consensuado entre los llamados partidos constitucionalistas. Una propuesta que también agrade a la corona, a las grandes empresas del Ibex y que sea capaz de desarrollar las reformas que necesita España para los próximos años.En los cenáculos se habla especialmente de dos nombres en los últimos días. Uno de ellos es Alberto Ruiz-Gallardón. Pocos saben a qué dedica su día a día. Apenas confiesa a nadie lo que hace y qué planes de futuro tiene. Pero su nombre se repite una otra y vez en estos encuentros a los que asisten las fuerzas vivas del país.Gallardón sería un buen presidente de consenso, dicen. Centrista, moderado, nada escorado, concita apoyos tanto en la derecha (a pesar de su dimisión tras el rechazo a la Ley del Aborto que había preparado) como en ciertos sectores de la izquierda. Su nombre no está descartado en caso de que España necesite un arreglo urgente.Otro nombre que suena con fuerza es el de Javier Solana. También moderado, aunque de mayor edad que Gallardón (73 años), se habla de él como propuesta para presidente independiente. Tampoco habría muchos problema en poner de acuerdo a populares y socialistas ya que no es un hombre que genere demasiados rechazos.En los cenáculos de la Villa y Corte también se escuchaba hasta hace unos días el nombre de Josep Borrell. No obstante, está previsto que declare ante la Audiencia Nacional en calidad de investigado por las indemnizaciones millonarias que cobró el expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, y el exconsejero delegado, Manuel Sánchez Ortega.Quedan descartadas, a día de hoy, las opciones de José Bono, Federico Mayor Zaragoza o Felipe González que rondaron por la capital después del 20-D.¿Sería legal? Sí, la Constitución no dice nada en contraJavier Pérez Royo, experto en derecho Constitucional señala que "las posibilidades de que los partidos políticos encuentren un candidato de consenso están, pera nadie sabe si alcanzarán un acuerdo. Estamos en los primeros momentos de la negociación y hay unas distancias muy grandes. Ya se irá viendo si hay alguna posibilidad de consenso conforme vayan estableciendo conversaciones pero el proceso no pinta fácil".Sí tiene claro que Rajoy no puede ser. "Ya cumplió su tarea, ahora es un obstáculo. A partir de ahí no sé, quizás alguien del Partido Popular pero que no sea Rajoy. Lo que creo es que debe de ser alguien que no tenga conexión ni con Bárcenas ni con ningún otro caso de corrupción".¿Sería legal? "La elección del presidente debe seguir los cauces normales, a través de lo que dispone la Constitución. No hay otra forma. Cabe la posibilidad de que se elija como presidente una persona que no sea parlamentario como el caso que se dio en Italia con Mario Monti. La Constitución no lo prohíbe, pero lo veo improbable.La posibilidad de formar Gobierno vendría condicionada por el acuerdo respecto a un programa o incluso en la formación de una coalición. Cabe la posibilidad de la formación de un Gobierno en minoría pero es indispensable un pacto de legislatura pues si no el Gobierno no dura. El Ejecutivo debe tener una mayoría garantizada", señala el experto.Rajoy y Sánchez se odian, o eso transmitenEl sociólogo Amando de Miguel tiene claro que es "difícil que los partidos lleguen a un acuerdo para lograr investir un presidente de consenso. Creo que no se puede lograr ninguna clase de consenso cuando los dos líderes de los dos grandes partidos políticos se odian. Para lograr un consenso entre el Partido Popular y el PSOE creo que deberían desaparecer Rajoy y Sánchez"."La forma de presentación del presidente sería la siguiente: el Rey encarga al Albert Rivera que forme Gobierno pues razona que es el único que puede hablar con los demás. El Rey también podría encargar la formación de Gobierno a una persona independiente", señala.Por su parte, Pilar Urbano, tiene claro que es factible un presidente de consenso, pero para que haya un presidente de consenso lo primero que debe haber es un acuerdo sobre materias tales como la reforma de la Constitución, el modelo enseñanza o si de debe de haber más o menos gasto social."Encontrar el consenso en estos aspectos es más importante que encontrar un acuerdo sobre la persona", dice la periodista. "Lo normal es que haya un reparto de carteras y que cada uno proponga candidatos a las carteras. Una especie de reparto de fichas de Monopoly", destaca Urbano, siempre al tanto de lo que se cuece en la escena política."Si lo que va a primar es la política económica lo que habría que es buscar es un economista que no tendría que ser necesariamente un diputado sino que también podría ser un senador. Pero si de lo que se trata es de reformar el sistema territorial, la persona que debería ser elegida como presidente debería ser un constitucionalista. Lo que no es admisible es que se elija al presidente bajo presión. Una presión que están llevando a cabo los empresarios", destaca la periodista.Un modo sería que el propio partido recusara al candidato. Por ejemplo el PP debería desde el propio partido recusar a Rajoy para facilitar la elección de un presidente de consenso. También cabría la posibilidad de que las Cámaras propusieran una moción de censura y proponer un candidato alternativo. Es decir Rajoy presentaría su programa de Gobierno ante las Cortes y su plan no sería votado. Entonces el Parlamento presentaría su candidato de consenso y sería elegido éste. Al Rey se le tiene que dar hecha la alternativa ya acordada"."Hay riesgos, consentirlo y no haber sido votado"¿Es posible esto? Menos optimista es José Ramón Pin Arboledas que aunque piensa que nombres como Felipe, Almunia o Solana, sin descartar a Margallo, pueden sonar atractivos, el riesgo de un presidente de consenso son muchos pues sería atacado por no ser votado y el Rey por haberlo consentido. En cuanto a Justino Sinova, el veterano analista político no lo ve nada claro. "En este momento la urgencia y lo más sensato es agotar las posibilidades de formación de un Gobierno que responda al mayoritario sector constitucionalista salido de las elecciones: 72% del Congreso suman PP, PSOE y C's, con el añadido de la mayoría absoluta "popular" en el Senado", señala.El mirlo blanco necesita demasiadas virtudes... y aguante"¿Encontrar un mirlo blanco para que presida un Gobierno de concertación? Me parece un objetivo quimérico en esta España", dice el analista y veterano periodista Justino Sinova, no sin pesar."Ha de ser alguien sin militancia política y ni siquiera simpatía conocida para que no se concierten contra él los demás bandos. Ha de tener sólidos conocimientos económicos, pero no conexiones presentes o pasadas con ninguna empresa para que los populistas no lo condenen. Ha de ser moderado para que España resista la prueba y al mismo tiempo tiene que complacer a independentistas, anticapitalistas y antisistemas, y además tener cartel en la Unión Europea. Ha de amar a España con la suficiente discreción como para que no lo detesten los secesionistas".No solo eso, a pesar de ser una persona de sólida formación académica y un buen profesional ha de tener una economía doméstica por la media o por debajo, para que no lo estigmaticen los círculos de las plazuelas. Y esto es solo una parte de la biografía a prueba de todas las insidias que tendría que presentar", confiesa Sinova desgranando eso sí la persona que necesita el país hoy.

"Hay una solución menos traumática que además está prevista en nuestras leyes: repetir las elecciones", confiesa Justino. Aunque eso es algo que la sociedad, el IBEX y muchos otros no quieren. ¿Veremos en España un presidente de consenso para una época de crisis?

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