Jordi Sevilla: "Estamos ante una olla de presión grande y peligrosa"

    • El PSOE recortó salarios y el PP subió impuestos: "Es la demostración de que esto no es una crisis, sino la mutación de un sistema", afirma Jordi Sevilla.
    • Economista y ex ministro de Administraciones Públicas, reconoce que en la clase política existe"miedo", porque saben que están "en el punto de mira" de los ciudadanos.
Jordi Sevilla se retiró de la política activa en 2010; actualmente trabaja como consultor y profesor en el Instituto de Empresa
Jordi Sevilla se retiró de la política activa en 2010; actualmente trabaja como consultor y profesor en el Instituto de Empresa

"La actitud de los partidos está dificultando la salida a la crisis", afirma un Jordi Sevilla (Valencia 1956) alejado de las tensiones políticas de antaño. Ahora distribuye su tiempo trabajando en la consultora PrizeWaterhouseCoopers y dando clases en el Instituto de Empresa. Eso sí: continúa observando el acontecer político y, a juzgar por sus comentarios, cada vez con mayor preocupación.

Última EPA: 6.202.700 parados. ¿Qué pensó cuando oyó el dato?
Me pareció tan dramático como a todo el mundo. Además, es un indicador adelantado de una caída del consumo familiar en los próximos trimestres y un resumen del austericidio: más pobres, más parados y más endeudados, ya que el déficit se reduce, pero la deuda pública sube

¿Qué debe hacer el gobierno para crecer?
Elaborar estrategias de reactivación de la actividad económica. Todo lo contrario de lo que se viene haciendo. Este paro contribuye a "romper España", socialmente.

El PSOE recortó sueldos y el PP subió impuestos. ¿Es el mundo al revés o qué es?
Es una demostración clara de que ya no estamos viviendo una crisis, sino una mutación del sistema. No se trata de un chaparrón tras el cual volverá a lucir el sol. Caminamos hacia un lugar desconocido. Sin brújulas y mapas.

¿Usted cree? Yo veo un rumbo clarísimo: recorte y la austeridad. "No hay otra salida", repite Rajoy.
Claro, porque cada actor de esta crisis sigue teniendo sus intereses. Tras las políticas de austeridad se ocultan los intereses de los bancos acreedores, que quieren cobrar sus deudas. Los que pedimos flexibilidad - más créditos, más plazos, o condiciones mejores para pagarlos - estamos pensando en los intereses de la gran masa de los deudores, que sólo quieren subsistir. Está claro que no vamos a salir de una crisis como ésta sólo recortando gasto público.

Así lo dice incluso el FMI...
Pero la paradoja es que ni siquiera eso ha dado un balón de oxígeno para gente como Hollande en Francia o Bersani en Italia o para el resto de la izquierda europea.

"NO PODEMOS SEGUIR BAILANDO TANGO CUANDO LA MÚSICA HA CAMBIADO: AHORA SUENA ROCK"

¿Por qué no? Se supone que la ciudadanía compra más ese discurso...
La gente tampoco confía en la vieja manera de hacer política, ya sea de derecha o de izquierda. Se están viendo cosas insólitas: desahucios, comedores sociales atestados, pobreza... Cáritas y Cruz Roja no dan abasto. ¡España está bajando de población! Insisto: las reglas están cambiando. No podemos seguir agarrados bailando tango cuando la música que suena ahora mismo es rock and roll. Así sólo generamos frustración y abrimos la puertas de un populismo que debemos evitar a toda costa.

¿Le preocupa que proyectos más radicales, como IU, estén comiendo terreno al PSOE?
Me preocupa todo lo que sea confrontación. No es momento de pegarse, sino de pactar y negociar, como se hizo en los celebérrimos Pactos de la Moncloa de 1977. Al igual que entonces, estamos en una situación muy mala desde el punto de vista político, económico y social. Los actores políticos están moralmente obligados a pactar un objetivo común.

Cosa difícil, por no decir imposible. Basta con ver cualquier debate parlamentario.
Ese es el error: mantener y conservar a toda costa partitocracia, preocuparse en deteriorar al adversario y no en resolver el problema. ¡Ya no podemos seguir mirando las cosas en términos de rentabilidad partidista! Toda la clase política en su conjunto está en el punto de mira. Lo que puede funcionar en una situación normal no funciona en los momentos excepcionales como éste. Incluso puede resultar contraproducente.

"LA CRISIS SE HA LLEVÓ POR DELANTE AL PSOE Y PUEDE LLEVARSE AL PP"

Y si tan mal están las cosas para los partidos mismos, ¿por qué no pactan?
Porque les da miedo. A unos y a otros. Porque saben que hacer cosas distintas puede requerir a personas distintas. Quienes están en las ejecutivas de los partidos no saben hacer eso que demandan ahora los ciudadanos. Saben hacer lo que han hecho siempre. Hablo por unos y otros.

¿Le sorprendió el batacazo del PSOE en las elecciones del 20N?
No. La crisis se ha llevado por delante a partidos que gobernaban en Italia, Grecia, Portugal... Le ocurrió al PSOE y le puede ocurrir al PP. Los ciudadanos tienen problemas, miran a la clase política y no encuentran solución. Es una olla a presión grande y peligrosa.

¿Cree que Madina puede cambiar el PSOE?
Perdone, pero ése no es el debate. Buscar la solución en el líder carismático nos conduce al populismo. A ver si nos enteramos: ¡que las cosas están cambiando! ¡No necesitamos Beppes Grillos! Ni siquiera necesitamos discutir qué hacer. ¡La cuestión es el cómo, no el qué!

"¿DE QUÉ SIRVEN LAS REFORMAS SI LUEGO NO SE LLEVAN A CABO POR FALTA DE PACTOS?"

¿A qué se refiere con que no hace falta saber qué hacer?
Le pongo un ejemplo: en España hay más de 50 personas que saben perfectamente qué hacer para reformar la Administración Pública. Pero nadie sabe cómo hacerlo: cómo vencer las resistencias, cómo generar alianzas, cómo operar en los distintos niveles de administración central, autonómica y estatal; cómo establecer un plan de acción, un cronograma, porque una reforma así requiere varios años...

Creo que sé por dónde va... es un follón poner a tanta gente de acuerdo en cuatro años.
¡Pactos de Estado! ¡Hacen falta pactos de Estado! Aprobar una ley para reformar la Administración es sencillo. ¡Yo impulsé una! ¿Pero de qué sirvió aprobarla si luego no se desarrolló? Para cambiar realmente las cosas, necesitas acuerdos con otros partidos, para que las reformas se mantengan en el tiempo y en todos los niveles del Estado. Y lo mismo con la Justicia, el combate al paro, etc.

Y la crisis...
Lo mismo. La actitud de los partidos políticos está dificultando la salida. Si hacemos la lista de los graves problemas del país, al menos ocho requieren de un pacto de Estado. Paro, Administraciones, Justicia, Educación, Sanidad... ¿Cómo vamos a resolver estas cosas a largo plazo si no llegamos a acuerdos? Debemos aparcar nuestras diferencias ¡al menos por dos años! La clase política española de uno y otro lado no está dando la talla.

¿A quién ve con capacidad de impulsarlo? ¿Al Rey?
No, esa es una responsabilidad del Presidente del Gobierno. Tras escuchar su discurso de investidura, pensé que Rajoy lo iba a hacer, pero no fue así. También se lo propuse a Zapatero en su momento.

¿Cuándo?
A finales de la legislatura anterior. Pero le pasaba lo mismo que a Rajoy o a Rubalcaba. Te compran el discurso pero luego no saben cómo llevarlo a cabo.

"AL FINAL DECIDÍ TOMARME CON HUMOR AQUELLO DE LAS 'DOS TARDES DE ECONOMÍA' CON ZAPATERO"

¿Qué tal está Zapatero?
Yo le veo bastante bien. Preocupado por la situación, pero con el alivio de no tener que tomar las decisiones.

¿Qué siente cuando oye al Gobierno echarle a él toda la culpa?
Es muy humano buscar un chivo expiatorio, pero es un error simplificar y señalar un culpable con el dedo cuando sabemos que ha habido un fallo del sistema: constructores, bancos, administraciones, leyes... Olvidamos que durante muchos años se creó empleo y riqueza. Ponerse a señalar culpables, ya sea Zapatero, Merkel o Rajoy, no es sólo equivocado sino improductivo.

¿No le parece asombroso que a estas alturas de la entrevista no le haya preguntado por sus famosas "dos tardes de economía" que le explicó a Zapatero?
Ufffff, aquello sucedió en 2002... ¡y todavía estamos con eso! Al principio nos sentó muy mal, porque reflejó algo que no se correspondía con lo que realmente sucedió. Pero al final, dado que era imposible detener esa avalancha de comentarios, preferí tomármelo con humor. Incluso convertí la famosa frase en el título de un libro.

Sigue @martinalgarra//

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