La decisión de Zapatero de cerrar Garoña no deja contento a nadie

  • Las intenciones del Gobierno de Rodríguez Zapatero de contentar a todo el mundo con el cierre de la central nuclear de Santa María Garoña han ido al traste tras el aluvión de críticas tanto desde el bando de los favorables a la energía nuclear como de los críticos, que han tomado la decisión como "un asunto político" que puede ser "fácilmente revocable con un vuelco electoral".
A.J.L.
A.J.L.

La decisión del Gobierno presidido de Rodríguez Zapatero de cerrar la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) el próximo 5 de julio de 2013 ha generado controversias tanto en el ámbito político como en el de la economía de nuestro país. El debate que se ha planteado a lo largo de los últimos meses sobre la conveniencia o no de mantener activo el reactor de una central, cuya vida útil según el Gobierno acaba en 2011, ha terminado con una decisión a medio camino entre el cierre y las recomendaciones del Consejo de Seguridad Nuclear.

Las primeras voces contrarias al cierre de Garoña han llegado desde la oposición. El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha opinado que la decisión es "e;disparatada"e; y obedece sólo al "e;capricho"e; de Zapatero, al que ha pedido una rectificación. El PP de Castilla y León ha confiado sus cartas para echar el freno al cierre de la central a una hipotética victoria de su líder en las próximas elecciones. Alfonso Fernández Mañueco, secretario del PP castellanoleonés, ha reaccionado diciendo que la decisión tomada por el Ejecutivo supone un "e;disparate económico"e; para Castilla y León y para la zona donde está asentada.

Desde la empresa propietaria de la central, Nuclenor, se ha anunciado que ejercerán acciones para defender los "e;derechos e intereses legítimos de todas las partes afectadas"e; por el cierre en 2013, y consideran la decisión como "e;arbitraria y carente de justificación"e;. Su director, José Ramón Torralbo, ha defendido su seguridad porque el CSN y otros organismos han respaldado con sus informes su actividad en los últimos doce años.

El Foro Nuclear, una de las principales instituciones discordantes sobre el cierre de Garoña, ha comunicado a través de su presidente, María Teresa Domínguez, que supone un "e;grave error y una irresponsabilidad"e; ya que afectará negativamente a la producción eléctrica española, el medio ambiente, la competitividad de la economía y el bienestar de los españoles.

El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha reiterado hoy que la central nuclear debe seguir funcionando diez años más, tal y como recomendó en su día el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en su dictamen. El presidente de la patronal subrayó además que para la CEOE es "e;importante"e; que las centrales nucleares sigan funcionando toda su vida útil.

Contrarios a la energía nuclear

Desde Izquierda Unida, su secretario federal de Energía y Sostenibilidad, Adolfo Barrena, considera que si el compromiso socialista era "e;no alargar artificialmente la vida de las centrales nucleares obsoletas como es Garoña"e;, el darle ahora dos años "e;extra"e; de funcionamiento "e;no tiene ninguna justificación"e;, por mucho que el Gobierno alegue "e;confusas razones técnicas y de empleo"e;.

Ecologistas en Acción y Greenpeace han comunicado en una rueda de prensa conjunta su más profunda "e;decepción y sorpresa y su clara oposición"e; a prorrogar por 4 años más la vida de Garoña. Desde Ecologistas en Acción se quería hacer hincapié en que "e;no hay ningún motivo para aumentar ni un día más la vida de una central vieja, caduca, peligrosa e innecesaria"e;, además de que la decisión del Gobierno "e;es fácilmente revocable con un vuelco electoral"e;. Carlos Bravo, de Greenpeace, ha lamentado que esta prórroga "e;es un regalo de 1.000 millones de euros a Endesa e Iberdrola"e;

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