Las principales claves del caso del pederasta de Ciudad Lineal

Este miércoles detenían al presunto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz, y desde ese día el chorro de información sobre su vida ha sido imparable. Demasiados datos y noticias que desde Lainformacion.com se va a tratar de organizar para entender cada parte de esta tenebrosa y dura trama que ha acabado con el abuso de cinco menores de 11 años.

El barrio de Ciudad Lineal, en el que se han realizado todos los secuestros, respira por fin aliviado por la detención ya que desde hace algo más de un año el miedo les había invadido. Ningún vecino con hijos o nietos podía salir tranquilo a la calle por la duda de si sus pequeños podrían ser los siguientes.¿Quién es el pederasta de Ciudad Lineal?

Antonio Ortiz, presunto pederasta de Ciudad Lineal, tiene 42 años y nació en Jaén. Vivía con su madre en Ciudad Lineal en la calle Mostearagón y fue detenido en Santander, en casa de unos tíos suyos.

Un apasionado de los gimnasios, el culturismo y las artes marciales. Los que lo conocen de joven lo recuerdan como alguien jovial, ligón y simpático, un adolescente normal. La sepación de sus padres y la posteriormente la muerte de su padre dieron un giro a su vida.

Estuvo casado con una mujer de la Elipa y tiene un hijo de 17 años. Después ha tenido varias relaciones pero ninguna ha llegado a cuajar. En los últimos tiempos salía con una chica sudamericana con un niño de 8 años. Los expertos lo definen como alguien frío, calculador y discreto, que ha sabido esconderse más de un año de la policía borrando la mayor parte de sus rastros.¿De cuántas víctimas ha abusado?

La Policía Nacional acusa al presunto pederasta de Ciudad Lineal de un total de 15 delitos: cinco agresiones sexuales, tres tentativas de agresión, cinco detenciones ilegales y dos homicidios en grado de tentativa.

En orden cronológico, el supuesto agresor sexual de menores cometió su primer secuestro en julio de 2013 cuando raptó y violó a una niña de 6 años de origen chino en Coslada. Poco más se sabe de este asunto, ya que la niña apenas pudo dar datos del autor.

El segundo rapto consumado tuvo lugar en septiembre de 2013. El supuesto secuestrador se llevó, en la confluencia de la calle Hermanos García Noblejas y Alcalá (Ciudad Lineal), a una niña de 5 años dominicana en su coche. Apareció unas horas después en una calle del cercano distrito de Hortaleza duchada. Le dio fuertes sedantes.

El 10 de abril de 2014, desapareció una niña española de 9 años cuando iba a una tienda de golosinas cerca de un parque del distrito de Ciudad Lineal, en la calle Cidamón. El rapto se produjo sobre las 20.30 y la niña estuvo desaparecida durante cinco horas. Ya de noche, apareció desorientada en la avenida del Machupichu, cerca de una boca de metro.

Sin rastros de AND, la Policía pudo determinar que había sido drogada y limpiada, y en principio se entendió como un caso puntual, hasta que el 17 de junio se repitieron los mismos hechos, esta vez, con una niña de origen chino que jugaba en la calle Luis Ruiz, muy cerca de la tienda que regentaban sus padres.

La pequeña, que también fue secuestrada por la tarde, estuvo desaparecida durante cuatro horas, y había sido drogada. Apareció en la calle Jazmín, también en Ciudad Lineal. De hecho, esta menor tuvo que ser ingresada grave en un hospital, donde permaneció varias semanas.

El último secuestro consumado se produjo el pasado 22 de agosto, cuando raptó a una niña de origen dominicano de siete años. El suceso se produjo después de que los abuelos de la pequeña, en un descuido, la perdieran de vista, una situación que el secuestrador aprovechó para que subiera a su vehículo.

En este caso, no la narcotizó ni la llevó al piso, por lo que se sospecha que abusó de ella en el vehículo. La menor pudo contar a la Policía lo que recordaba, llegando a describir el coche en el que había montado, así como algunos datos físicos y que hablaba por un teléfono móvil.¿Cuál era su modus operandi?

El pederasta de Ciudad Lineal sabía muy bien lo que hacía y conocía a la perfección las técnicas forenses y procedimientos policiales. Hasta su última agresión, había conseguido ocultar su rastro a los investigadores, apenas sin dejar pistas.

Calculaba sus movimientos en las zonas, de manera que ninguna cámara entrara en juego en su trayecto, engatusaba a las niñas con golosinas y las convencía para que se fueran con él, a lo cual ayudaba un aspecto de hombre adulto, canoso, pero que sin embargo era de complexión muy fuerte y musculosa.

Dicho hecho que se contradice con algunas declaraciones de niñas, si bien es verdad que algunas de estas estaban narcotizadas en el momento de las agresiones. Después, las llevaba a casas abandonadas o en su propio vehículo y abusaba de ellas con total frialdad, y seguidamente las duchaba para no dejar restos biológicos que le pudieran implicar. Por último, las abandonaba en sitios poco detectables.¿Cuál era su guarida?

Presuntamente, Antonio Ortiz llevó a algunas de las pequeñas a una casa vacía de su madre a la que tenía acceso libre en el barrio de Hortaleza.

Pocas personas le conocían en esta zona y nadie le ha visto con las niñas subiendo a la vivienda. Según testimonios policiales, se hizo con una llave de acceso a los trasteros por la que accedía a los ascensores que le llevaban directamente al cuarto A.

Algo que todavía no tiene explicación, es que la madre se acercó a este piso, que estaba en reformas (lo que coincide con el testimonio de las víctimas) y al que pensaban mudarse, y no pudo entrar porque el bombín de la cerradura había sido cambiado.

Al menos dos de las menores han sido agredidos en esa casa. Este jueves registraban la vivienda a fondo para encontrar alguna prueba que le inculpara. Consiguieron una supuesta muestra de una de las niñas, que aseguró a la policía que había vomitado mientras estaba retenida y se había limpiado en una pared.¿Qué pruebas hay contra él?

La policía cree que hay suficientes pruebas como para acusarle aunque ahora hay que esperar a la decisión del juez. Estas son las que hay contra Antonio Ortiz:

-Un bote de crema encontrado en el domicilio que el sospechoso compartía con su madre y que, según los investigadores, es el mismo que compró el pederasta el pasado 22 de agosto, día que llevó a cabo su última acción conocida al raptar a una niña de origen dominicano y en el que dejó una huella dactilar.

- Una multa de tráfico de un coche de la marca Toyota, que los agentes localizaron en la casa de la calle Montearagón en la que vivía. Precisamente, el agresor utilizó un vehículo de este tipo para perpetrar sus primeras agresiones.

-Restos de vómitos en el interior de la vivienda, un cuarto piso del número 3 de la calle de Santa Virgilia, que losinvestigadores señalan como el lugar en el que se habrían producido algunos de los abusos.La Policía cree que estos rastros biológicos podríanpertenecera una de las víctimas, que declaróhaber vomitado mientrasestuvo retenida. Estas muestras deben ser analizadas para cotejar el ADN.

-Pisadas infantiles en el mismo piso del distrito madrileño de Hortaleza donde los policíascreen que el detenido llevaba a las niñas accediendo directamente desde el garaje para no ser visto.

- Una grabaciónde la EMT (Empresa Municipal de Transportes de Madrid) del Citroën Xsara Picasso con la que el pederasta cometió su último rapto. Aunque no puede verse la matrícula, las imágenes sirvieron de pista para tirar del lío y descubrir que un coche de las mismas características - los agentesconsideran que es el mismo-había pertenecido al detenido.

- La novia le proporcionaba Orfidal. La pareja de Antonio Ortiz ha declarado ante la Policía que ella le dio este tipo de ansiolíticos. El pederasta suministraba el mismo medicamento a sus víctimas antesde abusar de ellas.