El que fuera contable del Instituto Nóos, Marco Antonio Tejeiro ha alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción por el que confiesa que Aizoon, propiedad al 50 por ciento de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, tenía como finalidad desviarse a su favor los fondos que de forma ilícita percibió el Instituto Nóos de las Administraciones públicas.
Esta es la primera confesión, en el marco del caso Nóos, ha quedado plasmada en un escrito de ocho páginas, al que ha tenido acceso Europa Press, que este jueves ha entregado el fiscal Pedro Horrach al juez José Castro. Ambos han mantenido un encuentro de unos veinte minutos en el despacho del magistrado, el primero tras las desavenencias surgidas desde que el representante del Ministerio Público recurriera el auto por el que Castro puso fin a la instrucción de la causa.
Estas son las seis acusaciones que ha desvelado Tejeiro:
1. Noos nunca fue una entidad benéfica. El excontable de la institución asegura que esta nunca funcionó como una entidad benéfica y que de hecho lo hacía como una entidad mercantil con fines lucrativos.
2. Urdangarin y Torres tenían el control total en Noos. Les ha acusado de crear facturas falsas y así desviar dinero público recaudado en Valencia y Baleares, no respondían a servicios realmente prestados. Además crearon una red de empleados fantasma.
3. Marco Antonio Tejeiro señala que Urdangarin y Torres tenían acceso a información privilegiada y por ello comenzaban a trabajar en proyectos antes de que les fueran adjudicados, por parte de los gobiernos de Francisco Camps y Jaume Matas.
4. Para el contable la sociedad familiar de Aizoon, propiedad a partes iguales de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin, era una mera pantalla, y servía para apropiarse de fondos en las conferencias que se daban tanto en Baleares y Valencia.
5. En su confesión Tejeiro destaca que Torres y Urdangarin urdieron una trama societaria en paraísos fiscales. El objetivo era tributar menos en España.
6. La actividad principal del conglomerado se centró en lograr la adjudicación para organizar las tres ediciones del denominado Valencia Summit y las dos del Illes Balears Forum en los que la entidad cobró por organizar estos eventos 5,9 millones de euros, a pesar de que su verdadero coste fue de 1,6 millones, según la Agencia Tributaria.
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