Los fallos de comunicación de Rajoy: pensar solo en el BOE y el Financial Times

En el Partido Popular se han dado cuenta de que tienen que comunicar más y mejor. Quizás por eso, Mariano Rajoy tuvo la semana pasada dos intervenciones públicas (ambas en actos departido) en apenas tres días. Una proliferación ante los medios de comunicación a la que no nos tiene acostumbrados.

¿Pura coincidencia? No. En el PP se ha dado la orden de ponerse todos a una para explicar a la ciudadanía que los Presupuestos más austeros de la democracia son la única "alternativa" para sacar a España de la crisis. Y es que aunque el Ejecutivo del PP acaba de cumplir el periodo de gracia de 100 días de Gobierno, cada vez son más evidentes sus carencias a la hora de explicar su agenda de reformas:

Se necesitan líderes, no gestores

"En una crisis tan aguda como la que estamos viviendo y ante un momento tan complejo no se puede gobernar solo desde el Boletín Oficial del Estado (BOE) y a golpe de leyes" explica Antoni Gutiérrez-Rubí. "Es momento de líderes, no de gestores", añade.

En opinión de este asesor de comunicación política, los españoles somos muy conscientes de que en estos momentos tan difíciles hay que sacrificarse, pero se echa en falta por parte del Gobierno más pedagogía. "No se trata tanto de explicar qué se ha aprobado el viernes en el Consejo de Ministros, sino dónde estamos y a dónde vamos. Ahora no tenemos un dibujo claro de la relación que existe entre unas reformas y otras".

Un Gobierno sin relato...

En este sentido,Jordi Rodríguez Virgili, director del Máster en Comunicación Política de la Universidad de Navarra, apunta que el Ejecutivo del PP "no tiene relato, no tiene una narrativa que permita identificar la imagen que quiere transmitir" a sus ciudadanos.

Y a ello le ayuda poco la "falta de coordinación" entre sus ministros: las contradicciones entre  algunos de ellos, sobre todo entre Luis de Guindos (Economía) y Cristóbal Montoro (Hacienda), ministros que parecen "versos sueltos" como Alberto Ruiz-Gallardón o ministras"desparecidas" como Ana Mato (Sanidad). "No hay un reparto claro de papeles" dentro de su equipo, apunta Virgili.

Y tampoco hay que olvidar las 'pilladas' a Rajoy -pensadas o no- con frases como 'vivo en el lío' o 'la reforma laboral me costará una huelga'.

... y que lanza más mensajes fuera que dentro

ParaÁlvaro Matud, director del Máster de Comunicación Institucional y Política de la Universidad Carlos II, Unidad Editorial y Cremades&Calvo-Sotelo, una de las claves del Gobierno de Mariano Rajoy es que le preocupa más la comunicación internacional que la interna.

"Sus mensajes van dirigidos a quienes influyen en los raitings, la prima de riesgo o la banca. Le preocupa más el Financial Times que los medios españoles. Por eso, todo se anuncia sin mucha explicación y sin matices".

Hace falta más política desde los ministerios

Para este experto, se requiere "una comunicación más política" por parte de los ministerios. "Parece que los ministros se han olvidado de que no son tecnócratas, sino políticos que tienen que explicar el porqué de las cosas a los ciudadanos y que empaticen con ellos".

Jordi Rodríguez-Virgili considera que este equipo de Gobierno es de los más preparados que ha tenido España, pero se ha olvidado de que "la comunicación debe estar en el corazón de las decisiones. Parecen estar más preocupados por ser eficaces y hacer reformas que por comunicarlas. A los hechos hay que darles un contexto y hay que explicarlos".

Más gestos que lleguen a la ciudadanía

A este Gobierno también le falta mostrarse algo más humano, conectar con los sacrificios de los españoles. En Italia, la ministra de Trabajo, Elsa Fornero, se puso a llorar cuando explicaba junto a cuando Mario Monti el plan de recortes. No es necesario llegar a extremos como éste, según Antoni Gutiérrez-Rubi, pero sí "tener gestos de proximidad con los que están sufriendo" porque "si no te pones en la piel del otro no puedes representarle".

Álvaro Matud coincide en este punto: "es necesario mostrar empatía y ponerse en el lugar del ciudadano. Gobernar no es solo gestionar, es ilusionar, movilizar a los ciudadanos".

Movilizar, crear confianza.. y 'explotar a Rajoy'

Para este profesor el PP debería sacar más a Mariano Rajoy porque pese a que su telegenia no es la mejor, se explica bien, habla de forma clara, llana y da confianza. "Si sale un poco más a explicar las cosas, sería un valor". Matud también cree que el PP podría aprovechar mucho más las redes sociales para explicar esas reformas y reforzar sus argumentos.

En cambio, hay quienes piensan que el PP debería echar mano de la comunicación para provocar "una gran movilización moral del conjunto de los españoles" en palabras de Antoni Gutiérrez-Rubí. "Tienen que explicar que de ésta solo saldremos todos juntos, no cada uno resolviéndo su propio horizonte".

Gutiérrez-Rubí añade que ahora es imprescindible un mensaje del presidente del Gobierno a todo el país. "Si este es el peor momento de la crisis, ¿para cuándo una comparecencia?. Si tan duro es lo que hay que hacer, Rajoy tiene que explicarlo y crear una alianza de complicidad con los ciudadanos".

La estrategia de comunicación del PP... la misma que en el 96

También hay cosas que el Gobierno está haciendo bien en comunicación, según estos expertos. Para Álvaro Matud, director del Master de Comunicación Institucional y Política de la Universidad Carlos III, el equipo de Mariano Rajoy acertó en optar por un perfil más bajo que el del Gobierno de Zapatero "muy centrado en comunicar todo y más".

En su opinión, la baza que está jugando bien Rajoy es comunicar a través de la acción: "el presidente comunica cuando da una rueda de prensa, pero también con su primer viaje, con la gente que recibe en La Moncloa o con la foto con Obama".

Jordi Rodríguez-Virgili, director del Máster en Comunicación Política en la Universidad de Navarra, añade que este Gobierno "no está vendiendo falsas expectativas" como los brotes verdes de Salgado o haciendo anuncios de que se va a crear empleo. Rajoy ha sido claro en este punto: "no va a ser un buen año".

Para ambos expertos, pintar el panorama económico como muy negro es una buena estrategia porque si hay logros, se achacarán a la gestión del PP. Es la misma estrategia que siguieron los populares cuando alcanzaron el Gobierno en 1996.