Los planes de Bankia fallaron por la debilidad de las cajas y la economía

    • Así lo asegura el Banco de España en su informe, elaborado por dos peritos independietnes designados por la institución.
    • La alianza de las entidades se transformó en poco tiempo en una fusión de pleno derecho, pero los planes de negocio fallaron desde el principio.

El folleto de salida a Bolsa de Bankia maquillaba las cuentas de BFA, matriz de la entidad
El folleto de salida a Bolsa de Bankia maquillaba las cuentas de BFA, matriz de la entidad

Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias y las cajas Laietana, de Ávila, Segovia y La Rioja, creadoras de Bankia, se unieron para recibir ayudas públicas, pero sus planes fracasaron por la debilidad de las entidades fundadoras, los cambios normativos y el deterioro de la economía.

Según el informe elaborado para el caso Bankia por dos peritos independientes designados por el Banco de España y cuyas conclusiones se han conocido hoy, el objetivo principal por el que las siete cajas se unieron fue acceder a las ayudas del FROB para capitalizar el grupo y poder superar el test de estrés de julio de 2010.

La alianza de las entidades se transformó en poco tiempo en una fusión de pleno derecho, pero los planes de negocio que justificaban la operación fallaron desde el principio, debido al deterioro del marco económico, los cambios normativos y la debilidad de las entidades integradas, consideran los peritos.

Gracias a la combinación de negocios efectuada, en diciembre de 2010 se pudieron contabilizar saneamientos por 9.207 millones, con una disminución de reservas por 6.419 millones de euros, neta de efecto fiscal.

Este ajuste reducía los fondos propios consolidados en un 43 %, lo que ilustra el deterioro de los activos de las cajas tras la fuerte expansión registrada en ejercicios anteriores, sustentada en el crecimiento del crédito inmobiliario, añade el informe pericial.

La contabilización definitiva de la combinación de negocios se saldó en diciembre de 2011 con saneamientos adicionales por 3.931 millones y una nueva disminución de reservas por 2.752 millones, neta de efecto fiscal. Estos saneamientos correspondían en exclusiva a los activos que permanecieron en la matriz BFA, no segregados a Bankia, la filial cotizada.

Según la documentación examinada por los peritos, no se puede alegar desconocimiento de este deterioro a 31 de diciembre de 2010, antes del debut bursátil, porque BFA tenía la información necesaria o estaba a su alcance conseguirla para establecer la correcta valoración de los activos.

Por este motivo, los peritos consideran que los estados financieros individuales y consolidados de BFA a 31 de diciembre de 2010 no expresaban la imagen real de la entidad.

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