Pablo Iglesias hace tres meses: pactar con el PSOE "nos destruiría electoralmente"

La propuesta de Pablo Iglesias a Pedro Sánchez de convertirse en su vicepresidente y controlar algunos ministerios a cambio del apoyo de Podemos parece una improvisación o una táctica para presionar. Al menos, hace tres meses el líder de la formación morada no opinaba lo mismo.Vicepresidente, el ministerio de Defensa, el de Interior, Exteriores, controlar RTVE… son algunas de las condiciones que Iglesias puso a Sánchez a cambio de aupar al candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno. Unas exigencias que Ferraz ya ha calificado de "chantaje" y que se niega a aceptar en esos términos.La mano tendida de Pablo Iglesias a Pedro Sánchez contrasta con las palabras que el líder de Podemos pronunció hace sólo tres meses, a falta de cincuenta días para la campaña electoral más abierta de la historia democrática. En una entrevista concedida a la revista italiana MicroMega, especializada en filosofía y política, Iglesias conversa con Fernando Vallespín sobre su futuro político y sobre posibles pactos tras las generales. Ambos hablan, por supuesto del PSOE.El líder de Podemos dice que lo más importante de las pasadas generales para ellos era "superar o no al Partido Socialista". "De que superemos al PSOE depende que se cumpla el objetivo de Podemos, o que Podemos se quede como una cosa muy interesante, una cosa muy poderosa", admite.En otro momento de la charla, desvelada por Manuel Jabois, Vallespín le pregunta si se plantea un pacto de Gobierno con el PSOE tal y como ha pasado en algunas autonomías y ayuntamientos. "Nos mataría", responde Iglesias.

Y añade: "Un Podemos con la fuerza suficiente como para exigirle al PSOE dos ministerios importantes y entrar en el Gobierno podría ser algo que nos diese experiencia, pero nos destruiría electoralmente. Igual que para el PSOE entrar en un gobierno con nosotros sería terrible".Iglesias se negaba a ser vicepresidente en verano

Sin embargo, la porpuesta de Iglesias va radicalmente en contra de la postura que él mismo sostenía en verno. Por aquel entonces, el líder de la formación morada aseguraba que no aceptaría ser vicepresidente del líder socialista o de cualquier otro candidato.

En una entrevista con Europa Press, Pablo Iglesias fue tajante al descartar la posibilidad de entrar a formar parte de un gobierno no presidido por él. "No", repitió en dos ocasiones zanjando cualquier opción de Ejecutivo de coalición tras los comicios a la Presidencia del Gobierno.

Y esta no ha sido la única línea roja que Iglesias se ha saltado. El viernes pidió un número de carteras en el futuro gobierno, entre ellas la de Administraciones Públicas para el líder de En Comú Podem,Xavier Domenech. Aunque durante la campañaaseguraba que lo importante eran las políticas que se tenían que hacer en el país y no dar nombres de futuros ministros.

Además, Iglesias condicionó un hipotético pacto con el PSOE dePedro Sáncheza reformar la Constitución para introducir en ella unamoción de confianzaciudadana al Gobierno, a mitad de legislatura, en caso de incumplimiento de programa.

Podemosestá siendo más contundente en estos días enapremiar al líder socialistapara concretar una oferta y negociar, que en lacuestión catalana, situada ahora en un segundo plano.

Después de queCompromís y En Marease distanciaran de Podemos y respaldaran un supuesto gobierno de Sánchez, el líder del partido del cambio ha rebajado sus pretensiones nacionalistas. Iglesiasya no se acuerdacuando el pasado 21 de diciembrearrinconó a Sánchez a aceptar el derecho de autodeterminación deCataluña,factorinnegociable para elPSOE.

Por otra parte, Iglesias acusó, hace una semana, al PSOE de traicionar a sus votantes por "unsillón" paraPatxi Lópezcomo presidente del Congreso. Ahora Iglesias ya ha avisado queél quiere ser vicepresidente y portavoz del nuevo gobierno.