Los ‘retiros’ privilegiados de expolíticos españoles, entre lujos y abundancia

  • José Ignacio Wert, exministro de Educación, trabaja en la OCDE y gana 10.000 euros al mes. El Gobierno paga 775.000 por el mantenimiento del jardín de su mansión en París.

    Su caso no es aislado. En los últimos tiempos cada vez más exministros y secretarios se refugian en encumbrados puestos de organismos internacionales y empresas privadas.

José Ignacio Wert
José Ignacio Wert
Diego Caldentey

José Ignacio Wert (exministro de Educación) y su esposa Montserrat Gomendio viven por estas horas una vida idílica en una mansión de París. Ambos trabajan para la OCDE, desde hace más de un año. Tras su paso por el Gabinete de Mariano Rajoy, Wert no puede quejarse... Es afortunado en el amor y también en el (nuevo) trabajo.

Mientras tanto, esta semana se ha sabido que el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, dirigido por José Manuel García-Margallo, ha destinado al "mantenimiento general de los locales y jardines" de la cancillería y de la residencia de Wert en París más de 775.000 euros.

El caso Wert ha sido el último en conocerse, pero forma parte de una tendencia que ya no sorprende a nadie, aunque irrita a muchos: sueldos de escándalo, puestos estratégicos en organismos de primer orden internacional, sillones encumbrados en bancos, empresas de energía o telecomunicaciones, y hasta posiciones de privilegio en los consejos de administración de multinacionales, cada vez más expolíticos encuentran en la esfera privada o 'semipública' su lugar privilegiado de retiro, entre lujos y abundancia.

Algunos lo llaman 'puertas giratorias'. Otros, buenos contactos. Los menos, premio a su capacidad y carreras. En octubre pasado se conocó que casi la mitad del Ibex 35 cuenta con expolíticos entre sus filas. Más allá de todo, aquí van varios ejemplos de los últimos tiempos:

José Ignacio Wert, en la OCDE

Cobra 10.000 euros al mes (más gastos de representación y dos diplomáticos y once consejeros de varios ministerios a sus disposición) por trabajar para la OCDE en París. Reside en la fastuosa Avenue Foch de París, en un piso de 500 metros cuadrados cuyo alquiler cuesta 11.000 euros mensuales. Además, tienen dos personas de servicio que paga el Estado y un coche oficial, con chófer incluido, según informa El Español.

Ángel Acebes, en Iberdrola

Ministro del Interior de José María Aznar, es consejero de la eléctrica desde 2012. Eenovó en el cargo hasta 2019, por más de haber quedado salpicado en los escándalos de Bankia y los papeles de Bárcenas. Gana 300.000 euros al año.

Yolanda Barcina, en Telefónica

La expresidenta del Gobierno de Navarra, tras dimitir hace exactamente un año como presidenta de UPN, se incorporó como consejera independiente a DTS (Distribuidora de Televisión Digital), filial de Telefónica.

Elena Salgado, en Abertis

La exvicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía del PSOE fue miembro del consejo de administración de Chilectra (Endesa Chile), y hoy lo es del consejo asesor internacional de Abertis. Este grupo es líder mundial en la gestión de autopistas de peaje.

Ana Palacio, en Enagás

En el consejo de administración de la compañía gasística se sienta como consejera independiente la exministra del Partido Popular de Asuntos Exteriores, junto a la ex de Medio Ambiente, Isabel Tocino. Palacio anteriormente fue vicepresidenta del gigante nuclear francés Areva y consejera independiente de Hidrocantábrico.

José Terceiro Lomba, en Abengoa Solar

El exsecretario de la presidencia del Gobierno con Felipe González, es consejero ejecutivo de Abengoa Solar, grupo dedicado a la promoción y venta de energía a escala local con presencia de equipos especializados en diferentes ubicaciones, fabricación de componentes a escala regional y desarrollo de nuevas tecnologías a nivel global.

Joan Majó, en Endesa

Ingeniero industrial nacido en Mataró (Barcelona), fue vicepresidente de la Fundación Jaume Bofill y presidente del Cercle pel Coneixement. El exministro de Industria y Energía socialista durante la primera presidencia de Felipe González es miembro del consejo asesor de Endesa en Cataluña.

David Madí, en Endesa

Exmano derecha de Artur Mas, es un ferviente partidario de la independencia. Ha llegado a celebrar reuniones con políticos de CiU y de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en la mismísima sede de Endesa, de la que cobra unos 200.000 euros al año por su cargo de consejero.

Constantino Méndez, en Corporación Marítima S.L.

Quien fuera secretario de Estado de Defensa fue autorizado a trabajar para Corporación Marítima S.L., Compañía Naviera Elcano y Segur Ibérica, una empresa que presidió (durante dos meses en 2011) Pedro Morenés y que durante el Gobierno socialista se adjudicó contratos para proteger a los atuneros en el Índico.

Francisco Moza, en Banco Santander

Quien fuera director de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID)durante la etapa de Trinidad Jiménez, fichó por el Santander como director de Relaciones Institucionales para Latinoamérica.

Matías Rodríguez Inciarte, en el Santander

Quien fuera secretario de Estado adjunto al presidente del Gobierno y ministro de la Presidencia entre 1981 y 1982, durante el Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo, entre otros cargos, es uno de los vicepresidentes del Santander desde 1994.

Josu Jon Imaz, en Repsol

Consejero de Industria, Comercio y Turismo y portavoz del Gobierno Vasco en 1999, exeurodiputado y presidente del PNV entre 2004 y 2007, fichó por Repsol en 2008 y es consejero delegado de la petrolera desde abril de 2014.

Josep Piqué, en OHL

Fue ministro de Asuntos Exteriores, portavoz del Gobierno y ministro de Industria de Aznar. Desde septiembre de 2013 es consejero delegado de OHL, constructora que preside otro exministro, Juan-Miguel Villar Mir. También fue consejero de Airbus a instancias del Gobierno español, cargo por el que cobró 115.000 euros en 2014, según eldiario.es

Marcelino Oreja Arburúa, en Enagás

Exeurodiputado del PP e hijo del excomisario europeo y exministro Marcelino Oreja, fue nombrado consejero delegado de Enagás cuando Rajoy llegó al poder.

Trinidad Jiménez, en Telefónica

El secretario general de PSOE, Pedro Sánchez, confirmó en febrero pasado que Jiménez sería fichada por Telefónica, pero "como una trabajadora más", en "ningún consejo de administración" ni nada que "tenga que ver con eso" que circuló por los medios.

Carlos Espinosa de los Monteros, en Inditex, Acciona

Fue máximo responsable del Alto Comisionado para la Marca España en julio de 2012, con rango de secretario de Estado de Rajoy. Expresidente de Iberia y Aviaco, expresidente del Círculo de Empresarios y exconsejero delegado de Mercedes-Benz en España, preside actualmente la mutua Mutrespa y es consejero de dos empresas del Ibex, Inditex (296.000 euros de sueldo en 2014) y de Acciona.

Josep Borrell, en Abengoa

Exsecretario de Estado de Hacienda, exministro de Obras Públicas, Telecomunicaciones, Transportes y Medio Ambiente de Felipe González y expresidente del Parlamento Europeo, es consejero de Abengoa desde 2009.

Juan Carlos Aparicio, en Indra

Fue diputado, vicepresidente y exconsejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León hasta 1989, secretario de Estado de la Seguridad Social (1996-1999), ministro de Trabajo y Asuntos Sociales (1999-2002) y alcalde de Burgos (2003-2011), siempre en el PP. En 2013 se incorporó al consejo de administración del grupo tecnológico.

Estos son algunos de los ejemplos más recientes. Para el final conviene destacar uno de los nombres que ha marcado mayor repercusión a lo largo de este año:

José Manuel Soria, ¿asesor del Banco Mundial?

El exministro José Manuel Soria, que dimitió a raíz del escándalo de los papeles de Panamá, habría recibido una oferta de trabajo en junio pasado de Rajoy para asegurarse el futuro, como asesor del Banco Mundial. Varios miembros del gobierno español en funciones habrían maniobrado para ofrecer a Soria una plaza de asesor en el organismo en Washington, en un puesto similar al que ocupa Beatriz de Guindos, sobrina del ministro en funciones de Economía y de quién se conoce un sueldo anual de 196.000 euros. El Gobierno finalmente lo negó, pero el tiempo tiene la última palabra.

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