El coste medio para las empresas de tener un trabajador en nómina se situó en el primer trimestre de 2017 en 1.894 euros al mes y acumula ya ocho años en una situación de estancamiento sin precedentes en el registro estadístico del INE.
Desde que la crisis empezara a zarandear el mercado de trabajo y obligara a los agentes sociales a desviar el foco de atención de la negociación salarial a la preservación de la mayor cantidad de puestos de trabajo posibles, los salarios de los trabajadores se han movido en una estrecha banda con pequeñas oscilaciones a la baja y al alza.
El fenómeno se puede apreciar perfectamente en el siguiente gráfico:
La Encuesta de Coste Laboral del INE señala que el coste salarial comprende, no solo el salario base, sino también la evolución de los diferentes complementos salariales, pagos por horas extraordinarias, pagos extraordinarios y pagos atrasados.
Estos componentes han variado de diversa forma con una caída más pronunciada de los salarios en la primera fase de la crisis, compensada por el repunte de las percepciones por indemnizaciones por despido, y de una manera más normalizada desde el año 2012.
La tendencia podría variar si sindicatos y empresarios son capaces de alcanzar un acuerdo para la mejora de los salarios en los convenios colectivos, que en la primera parte del año ya han mostrado un perfil ligeramente diferente con un incremento ligeramente superior al 1%.
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