Es muy sencillo... Las palabras que tiene el castellano para evitar decir tacos

En el año de Cervantes, Pablo Iglesias ha soltado algunos tacos en un aula de los cursos de verano de El Escorial, que organiza la Universidad Complutense de Madrid. "Hostia" y "acojona", dos términos que un personaje público no debería utilizar... en un lugar público y a sabiendas de que sus palabras se van a grabar.

Expertos consultados por lainformacion.com, como el profesor de Comunicación Política de la Universidad de Navarra, Jordi Rodríguez Virgili, consideran que las palabras que ha utilizado el líder de Podemos no son nada apropiadas.

"Hay 50.000 sinónimos de cualquiera de esas dos palabras". "Podría haber dicho, por ejemplo, que la situación preocupa, da vértigo, ha sido un batacazo, se ha conseguido un pésimo resultado..." "Creo que es un lenguaje inapropiado para un académico, para un profesor y para un político, un representante de los españoles, en definitiva, un parlamentario, que es lo que es", señala Rodríguez Virgili.

El profesor considera que Iglesias quiere volver a ese tono más "asambleario" y al "colegueo" con la sociedad. Es decir, "volver a un lenguaje más coloquial en un afán de conectar con gente que cree que ha podido perder o con la que haya tenido cierta desconexión". El lenguaje, desde luego, "es inapropiado para un parlamentario". "Los académicos no hablamos así y nunca las he oído en un foro académico", ha señalado. "Y más en esta doble condición, como político y como profesor"."Su comportamiento no verbal es de total preocupación" 

Por su parte, Luis Alberto Arroyo, consultor de comunicación y autor del libro 'El poder político en escena', ha señalado que las palabras han tenido lugar dentro del aula y "puede decir lo que quiera". "No creo que haya que sacar estas palabras de quicio". Sin embargo, también ha señalado que Iglesias debe de tener en cuenta que "todo lo que diga" se va a convertir en un titular. Para bien o para mal. 

Cristian Salomoni, vicepresidente de ACONVE, la Asociación de Expertos en Comunicación No Verbal, ha analizado para este medio la actitud de Iglesias mientras decía estos tacos. "La emoción y el discurso de Pablo Iglesias son coherentes con lo que esperamos; su comportamiento no verbal es de total preocupación, una expresión facial de desesperanza por esas cejas arqueadas y los ojos abiertos, acompañada de una postura encorvada de inquietud y gestos de tocarse el pelo y el cuello".

Para Salomoni, estos gestos "manipuladores" sirven para "desestresarse, protegerse y para apaciguar la ansiedad". Además, también "el hecho de tragarse saliva y apretar los labios en momentos concretos son señales de angustia sobre el panorama político". Por eso, la elección de palabras como "hostia" o "acojonar" sirven para "llamar la atención, dar más contundencia al mensaje, expresar también en lo verbal la frustración que expresa con su lenguaje no verbal". Finalmente, para Salomoni, Iglesias pretende con esta actuación "desafiar a los partidos y la situación en la cual vivimos". 

Y es que, para este experto en comunicación no verbal, el peor enemigo de la credibilidad es un "tono plano y la falta de convicción de lo que un político dice". Y recuerda: "Existe un experimento de Scherer y Sagarin en el que se demostró que los discursos más persuasivos son los que utilizaban algunas palabrotas o expresiones fuertes". ¿Por qué ha usado estas palabras en un foro educativo?

Por último, Salomoni subraya el tipo de personalidad que tiene el líder de Podemos y el "patrón básico" de su comportamiento. "Es una persona emocional, sale de él, porque es así, es una cosa natural y se expresa así en sus discursos... Y no nos esperaríamos otra cosa de él, al contrario, nos extrañaría si no hablara así". "Desde ACONVE interpretamos que el uso de las palabras utilizadas no está tan fuera de lugar, sino que están controladas y en sintonía dialéctica con los votantes de Pablo Iglesias, que esperan escuchar en su discurso las palabras propias de un electorado preocupado, en definitiva, mostrarse como una persona del pueblo". 

Por otro lado, Rodríguez Virgili interpreta que, tras las elecciones y la campaña electoral, Pablo Iglesias vuelve a ser el "Pablo Iglesias del lenguaje más llano, el que ya no es candidato y que quiere conectar con gente joven", ha insistido. Ante esta forma de actuar, el profesor de la Universidad de Navarra considera que Iglesias da la sensación de que "está un poco desorientado... Dice que puede tener éxito y a la vez que puede haber un batacazo".

"Da la sensación de estar un poco perdido y se muestra con un lenguaje descolocado en la nueva posición que ostenta", ha remarcado. "Da la sensación de que estaban un poco noqueados... Es decir, ahora deben reestructurar el partido en unos tiempos y en una dinámica política a la que no estaban acostumbrados; de repente han entrado en una legislatura en la que van a tener que crear una rutina parlamentaria, algo que les puede asustar", ha señalado. En definitiva, lo que se percibe es que Podemos ha perdido "el norte" y ha visto que ha perdido "protagonismo".

Para el profesor de comunicación política, Iglesias no ha tenido en cuenta que se trata de un "foro académico". "¿Por qué lo ha hecho? Quiere mostrase como el Pablo Iglesias antes de las elecciones... Volver a su situación de activista y de profesor comprometido con sus alumnos", ha recalcado. "Nunca había escuchado esas palabras de él".Algunos sinónimos que podría haber usado Iglesias

"Hostia" y "acojona", dos términos que un personaje público no debería utilizar. Por eso le proponemos al líder de Podemos sinónimos. Para hostia, podría utilizar: "Golpe, bofetón o trastazo". En un contexto en el que se habla de pérdida de votos podría haber usado también "hundimiento"o "caída libre", por ejemplo.

Para acojonar, Iglesias podría haber elegido los verbos más suaves como asustar, acobardar, atemorizar, aterrorizar, espantar, empavorecer, amilanar... o simplemente "tengo miedo".

Unidos Podemos ha perdido más de un millón de votos en las últimas elecciones. Cierto que los 71 escaños logrados son un éxito para una formación incipiente, pero las sonrisas para un país se han quedado heladas porque Pablo aspiraba a gobernar y plantar cara a Rajoy y daba por garantizado el sorpasso. Y ha estallado la bomba.