"Treviño lleva nueve siglos luchando por integrarse en Álava"

El condado de Trevillo, un trozo de Burgos dentro de Álava, lleva toda su historia luchando por integrarse administrativamente en tierras vascas.

"La historia está vinculada a Álava desde los primeros documentos escritos, desde que se fundó", explica Roberto González, residente de la comarca, filólogo que ha estudiado las raíces de este enclave perteneciente a Burgos de 222 kilómetros cuadrados.

Fundado en 1160, Treviño, con una extensión de 222 kilómetros cuadrados, está situado a 15 kilómetros de Vitoria y a unos 100 kilómetros de Burgos. En los dos municipios viven unas 2.000 personas. Oficialmente empezaron a pedir la integración en Álava en 1646 y tras la restauración de la democracia la cuestión de este enclave se ha planteado de nuevo en 1980 y en 1998, dos intentos que no prosperaron por la oposición de Castilla y León.

"Parasalir y entrar de Treviño,es obligado pasar por Álava", explica Maite, nacida en Vitoria, que tiene media familia burgalesa y otra tanta vasca. Los clientes de su bar son la mayoríaalavesesy para hacer cualquier recado, desde compras al médico, pasa por territorio vasco."Mis hijos han ido al colegio a Vitoria, que está 15 kilómetros. Mientras para hacer una gestión administrativa a Burgos tenemos que hacernos 102 kilómetros", explica.

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Una mayoría de los vecinos del condado (Treviño y Puebla de Arganzón) defiende la propuesta votada el jueves por el Parlamento vasco de solicitar al Congreso la anexión a Álava. Lo defienden por una cuestión decoherencia con la historia, de idiosincrasia cultural, por los lazos comerciales y sentido práctico. "La lógica administrativa debe adaptarse a la vida cotidiana", cuenta Roberto, que señala que en un condado donde los nombres de cerros y accidentes del terreno tienen su origen en el euskera, está clara su raíz cultural.

El sentido práctico se ha impuesto tras siglos de reivindicación. Según informa Efe, los vecinos del condado pueden elegir si se someten a intervenciones médicas en Vitoria, por ejemplo, o en Miranda de Ebro (Burgos), gracias a un convenio entre las comunidades de Castilla y León y Euskadi.

Los residentes de Treviño también ven un interés económico en su integración con Álava. Enrique, encargado de una gasolinera, es de Miranda de Ebro (Burgos), pero quiere que les gobierne la administración vasca. "Tienen más calidad de vida, gestionan mejor los recursos. Yo ya he hecho mis cálculos y si nos uniéramos a ellos ganaría 200 euros al mes y me ahorraría 100 horas de trabajo al año".

Maite coincide en las ventajas fiscales y económicas. "Aquí las subvenciones llegan con cuenta gotas. En cambio, en los pueblos de Álava se mueven más ayudas. Tenemos muchos motivos para anexionarnos".Escuela en euskera y un 20% de vecinos que hablan vasco

En el colegio de Puebla de Arganzón laenseñanza es bilingüe castellano-euskeray en el colegio de Treviño se ha empezado a enseñar a los niños en lengua vasca en actividades extraescolares. Aunque la mayoría de los niños estudian en centros de Vitoria o en Nanclares de la Oca. Por ejemplo, en el centro de educación infantil y primaria de Treviño hay matriculados algo más de sesenta niños, cuando es un recinto con capacidad para más de trescientos.

Los Ayuntamientos de La Puebla de Arganzón y Condado de Treviño cuentan con los servicios de promoción y enseñanza de euskera para las familias que quieran aprenderlo. Andoni Llosa, el técnico responsable de este servicio, asegura que está creciendo el uso del euskera y que hay un 20% de vascoparlantes.

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Los ayuntamientos de ambos municipios del enclave recalcan queno se trata de una aventura soberanista, sino de coherencia con su historia. "No es un debate nacionalista, sino la reivindicación por raíces históricas y sociológicas de un pueblo que físicamente está en Álava", sostiene Roberto González. Un condado cuya Guardia Civil depende de la comandancia de Vitoria considera un sinsentido tener que hacer el papeleo en Burgos.

El Congreso votará una propuesta para acordar una ley orgánica que modifique los límites territoriales de Álava y Burgos, con lo que no requeriría del visto bueno de Castilla y León, aunque es probable que el PP, con mayoría absoluta vuelva a "archivar" este asunto.

Pero no todos los vecinos están de acuerdo. En un par de bares de Treviño eluden hablar de un "tema político". "Hay dos bandos, de gente nacida en Burgos y vecinos vascos", señala Enrique, quien cree que aunque haya discrepancias el pueblo está con la anexión a Álava.

En La Puebla de Arganzón, Enrique, un anciano de 83 años, es reacio a hablar de este tema político. "Yo vivo bien como estoy". En su opinión, este debate lo han fomentado los jóvenes que han venido de Vitoria.

Más de tres siglos de reivindicación han dado lugar a leyendas, como que un conde se rifó el pueblo a las cartas. "Se lo quedó Burgos en 1646 con fines recaudatorios", sentencia Roberto González.