Un presunto yihadista culpa al actor José Coronado de su detención en Ceuta

Farid Mohamed Al Lal es el presunto líder de una célula yihadista desarticulada el año pasado en la barriada de Príncipe Alfonso, en Ceuta. Este martes ha comenzado el juicio en la Audiencia Nacional en el que él se enfrenta, a petición del fiscal, a doce años y medio de cárcel y los otros cinco acusados, a diez años y medio.

Pero nadie esperaba lo que iba a relatar este presunto yihadista. Ha asegurado que está acusado por culpa del actor José Coronado, uno de los protagonistas de la famosa serie de Telecinco que lleva el nombre del barrio. Al Lal ha explicado que un amigo suyo insultó a Coronado por su personaje de agente de policía en la serie, a lo que el actor contestó que antes de que terminara la emisión de los capítulos, él estaría preso.

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Por si fuera poco, ha llegado a afirmar que en su detención estuvieron presentes tanto Coronado comoHiba Abouk, Fátima en la serie y que al parecer el actor le dio dos puñetazos y la actriz se hizo pasar por secretaria judicial. Además ha dicho que se ha enviado cartas desde la cárcel con Coronado. 

El acusado ha afirmado que no pertenece al grupo terrorista Estado Islámico sirio y que no acepta los atentados en España o en otros lugares... Sin embargo, entiende que "puedan ocurrir".

Ha insistido durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional que ni él ni los otros acusados son terroristas. Y ha dejado una 'perla': "¿Cómo voy a ser partidario del Estado Islámico si yo veo porno y salgo en fotos medio desnudo? Eso no lo haría uno del 'EI",  A pesar de ello ha justificado los atentados del 11 de septiembre contra el World Trade Centre de Nueva York y las terribles acciones del 'EI' como un derecho de defensa "ante invasores y en Siria frente al tirano Bashar Al Asad".

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Los seis acusados integraban, según el fiscal, una célula "con capacidad y determinación de poder desarrollar atentados terroristas en España". Fueron arrestados durante el transcurso de la denominada Operación Chacal tras los atentados contra la revista Charlie Hebdo en París en enero de 2015. 

También ha rechazado ante el tribunal de la Sección Cuarta de la Sala de Lo Penal que colgara en sus perfiles fotos del Vaticano cubierto por banderas yihadistas o de los atentados a las Torres Gemelas acompañadas de un texto en el que los justificaba y al respecto se ha limitado a señalar que "mucha gente" tenía acceso a su ordenador personal.

El grupo investigado reaccionó realizando pintadas en varias zonas de Ceuta, en las que se mostraba el apoyo al Estado Islámico con mensajes como: "Lo de Charlie es poco, el Estado Islámico está de camino", según el fiscal. Las declaraciones del resto de acusados

Los hermanos de Al Lal han negado también las acusaciones y uno de ellos, Mohamed, ha rechazado las acciones terroristas asegurando que su vida está centras en el trabajo y sus tres hijos. El tercero de los hermanos, Yunes, también ha negado ser terrorista y ha explicado que fue militar y que dejó el Ejército a causa de un accidente de tráfico.

"Que cada uno se defienda como le dé la gana; no sabía nada del Estado Islámico hasta que lo vi en las noticias", ha dicho uno de ellos.

Por su parte, los hermanos Anwar y Redouan Ali Amzal han rechazado el terrorismo y han negado las acusaciones. "No sé lo que es DAESH, lo que es ISIS y cómo se llame" y ha apostillado: "Estoy en contra de esta gente, ya que son unos asesinos, y yo soy un infiel para ellos. Yo amo la vida", ha dicho uno de ellos."Veía que morían sonriendo y flipaba"

Pero la declaración del presunto líder yihadista ha dado mucho que hablar. Y es que, preguntado por las imágenes de decapitaciones que fueron halladas en un ordenador después de su arresto ha dicho que "veía que morían sonriendo y flipaba con ello".

Acerca del cuchillo y el hacha que tenía en su casa ha asegurado que era para el sacrificio del Eid al-Adha, o fiesta del cordero, una de las más tradicionales en la religión musulmana. Según él, las pistolas que se hallaron en su casa eran de juguete.La radicalización llegó mientras estaba en prisión

En el escrito de acusación el fiscal se advierte que el proceso de radicalización del presunto líder de la célula de Ceuta comenzó cuando coincidió en la cárcel de Topas, en Salamanca, con Mohamed Achraf, condenado en el año 2008 por planear un atentado con un camión bomba cargado con 500 kilos de explosivos contra la sede de la Audiencia Nacional.

Tanto él, como su hermano, detenidos en la misma operación estaban fuertemente radicalizados, muy adiestrados y estaban dispuestos a cometer un atentado e incluso inmolarse, según señaló entonces el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.