Expedición noruega repite el viaje de Amundsen al Polo Sur un siglo después

  • Cuatro noruegos están listos para iniciar un viaje al Polo Sur siguiendo el mismo itinerario que su compatriota el mítico explorador polar Roald Amundsen, el primero que alcanzó el punto más austral de la Tierra.

Anxo Lamela

Copenhague, 19 oct.- Cuatro noruegos están listos para iniciar un viaje al Polo Sur siguiendo el mismo itinerario que su compatriota el mítico explorador polar Roald Amundsen, el primero que alcanzó el punto más austral de la Tierra.

La expedición, financiada por las autoridades noruegas, pretende recorrer cerca de 1.400 kilómetros en 57 días para llegar al Polo Sur el 14 de diciembre, igual que hizo Amundsen un siglo antes, una fecha que será recordada in situ en una ceremonia en la que estará presente el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg.

Las condiciones meteorológicas impidieron al grupo viajar ayer en avión desde Chile hasta la Antártida para comenzar hoy la ruta, aunque el retraso no impedirá cumplir los plazos y sólo obligará a recorrer más kilómetros por día.

A diferencia de Amundsen, los cuatro expedicionarios no viajarán en trineos tirados por perros, sino sobre esquís, ya que ahora está prohibido introducir especies foráneas en la Antártida.

"No vamos a recrear lo que hicieron Amundsen y sus hombres hace cien años. Pero, aunque el terreno es conocido y el equipo moderno, está igual de lejos, hace el mismo frío y sopla tanto viento. Y aún hay 3.000 metros de altura hasta la meseta Antártica", señalan los expedicionarios en la página web del proyecto.

La expedición tendrá un triple objetivo, científico, histórico y aventurero, que quedará plasmado en un documental para el canal noruego TV2, un diario en internet y un libro sobre el viaje que escribirá Stein P. Aasheim, un experimentado aventurero de 60 años, el mayor de los cuatro.

Además de Aasheim componen el grupo Jan-Gunnar Winther, director del Instituto Polar Noruego; Harald Dag Jølle, historiador polar, y Vegard Ulvang, explorador y antigua figura del esquí que suma 14 medallas entre Juegos Olímpicos y Mundiales.

La idea de la expedición fue del alpinista Rolf Bae, quien involucró en sus planes a Ulvang y Aasheim, que siguieron luego adelante con el proyecto cuando el primero falleció escalando la montaña K2, en el Himalaya, en 2008.

Las autoridades noruegas y varios patrocinadores privados han aportado los 5 millones de coronas noruegas (647.000 euros, 899.000 dólares) del presupuesto de la expedición, incluida en el programa del año de homenaje a Amundsen y al otro gran explorador polar de este país nórdico, Fridtjof Nansen, nacido hace 150 años.

Los cuatro miembros de la expedición estuvieron en primavera concentrados en las islas Svalbard, en el Círculo Polar Ártico, a modo de entrenamiento, y viajaron la semana pasada a Punta Arenas, al sur de Chile.

Desde allí irán a Union Glacier, ya en la Antártida, donde les espera otro vuelo de cerca de 2.000 kilómetros hasta Framheim, la "casa del Fram", el nombre que puso Amundsen al lugar en la bahía de las Ballenas desde el que inició la ruta, en honor al barco que le prestó Nansen para su viaje.

No es esta, sin embargo, la única expedición que este año ha tratado de recordar a Amundsen: otra encabezada por el aventurero noruego Jarle Andhøy hace unos meses acabó con tres de sus cinco componentes muertos y su barco desaparecido en el océano Antártico, entre fuertes críticas por no respetar las normas de seguridad.

Amundsen, quien sería el primer hombre en cruzar el Paso del Noroeste, que enlaza el océano Atlántico con el Pacífico, empezó a forjar su leyenda como explorador en 1911, cuando derrotó a Scott en la carrera por alcanzar por primera vez el Polo Sur.

La elección del medio de transporte -trineos tirados por perros groenlandeses frente a caballos mongoles- fue crucial en la victoria de Amundsen, quien sacrificó a varios canes antes de llegar al polo y almacenó la carne para el regreso, lo que aminoró el peso y aseguró la alimentación de los animales a la vuelta.

Menos habituados a temperaturas extremas, los caballos de Scott tenían que cargar también sacos de avena para su alimento, lo que aumentaba su peso: todos murieron antes de tiempo y la expedición británica tuvo que valerse por sí misma.

Scott y sus hombres alcanzaron su objetivo días más tarde que Amundsen y fallecieron en el viaje de vuelta.

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