El alcoholismo ya no es cosa solo de hombres, las mujeres beben y prefieren el vino

  • Madre primeriza, entre los 30 y los 40 años, con formación universitaria y trabajadora a jornada completa es el perfil de la mujer que ahora bebe más de la cuenta.

    Un nuevo estudio señala que la diferencia entre las probabilidades de alcoholismo han cambiado y llevan ahora casi a la paridad -1,1 veces más los hombres- entre las personas nacidas entre 1991 y 2000.

     

El alcoholismo ya no es cosa solo de hombres, las mujeres beben y prefieren el vino
El alcoholismo ya no es cosa solo de hombres, las mujeres beben y prefieren el vino
M.T.

El alcoholismo ya no es cosa solo de hombres. Las mujeres, y más las que tienen trabajas parecidos a los de ellos, beben y mucho. Prefieren eso sí, el vino y tienen estudios superiores.

Aunque el retraso de la maternidad se apunta como una de las posibles causas (se comparten ambientes en los que se socializa bebiendo), el hecho de tener un trabajo estresante y niños, provoca en muchos casos que ese ratito para mí se convierta en una costumbre con un vaso de vino en la mano. Eso, si no se han tomado antes unas copas a la salida del trabajo. Se trata ya de un hecho social que varios estudios certifican.

El consumo de alcohol y los daños relacionados con el alcohol se encuentran entre los factores de más alto riesgo para contraer una enfermedad. Eso parece obvio. El exceso de consumo de alcohol provocó 5 millones de muertes en el mundo en 2010, y fue responsable de más de 161 millones de años de vida perdidos. Históricamente, el exceso del consumo de alcohol y los daños relacionados había sido entre 2 y 12 veces mayor en los hombres. Sin embargo, las evidencias demuestran un consumo emergente de las mujeres. Y que las diferencias se reducen.

Sin embargo, los datos recabados estudiando 68 investigaciones realizadas en distintos lugares del mundo informan de un descenso progresivo del 3,5% en la brecha de género, que se ha intensificado a partir de 1966.

Los investigadores, pertenecientes al Centro Nacional de Investigación de Alcohol y Drogas de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), usaron estudios publicados entre 1948 y 2014. El estudio muestra que los hombres nacidos entre 1891 y 1910 tenían más del doble de posibilidades -2,2 veces más- de tener un consumo de alcohol dañino para la salud que las mujeres de esa misma edad. Sin embargo, estas cifras disminuyeron hasta la práctica paridad -1,1 veces más los hombres- de los nacidos entre 1991 y 2000.Tituladas universitarias, entre 30 y 40 años, el perfil

Otro dato que puede parecer sorprendente. Antes, el consumo de alcohol elevado se asociaba a obreros y clase baja. Ahora las cosas han cambio, las tasas de alcoholismo entre las personas con títulos universitarios duplican a las que presenta el resto de población con estudios secundarios o elementales.  Una macroencuesta realizada por la Escuela de Economía de Londres entre más de 17.000 personas nacidas en todas en el año de 1970 lo demuestra. ¿Las razones? Las mujeres son madres más tarde, suelen tener una vida social más activa y suelen trabajar en ámbitos donde sigue predominando la presencia masculina, con una cultura del alcohol más implantada.

Esta tendencia ya se había reflejado en los últimos años en el sector de la comercialización de vinos de alta gama con una publicidad especialmente dirigida a las mujeres de clase media-alta.

¿Quién aguanta más copas? Ahí las cosas también se igualan (¿quién no ha encontrado una compañera de trabajo que es capaz de tumbarte a copas?). Cierto que físicamente el efecto del alcohol es mayor para las mujeres y enfermedades derivadas de su consumo como el cáncer, cirrosis, problemas cardiovasculares y trastornos psíquicos afectan más a la mujer.

Un acelerado modo de vida que en muchas ocasiones tiene como consecuencia el estrés, la ansiedad o los cuadros depresivos son algunas de las razones que han provocado que ellas beban más. En estas situaciones, el alcohol deja de tener un papel meramente lúdico para convertirse en una ventana abierta a la evasión. Un nuevo perfil surge: madre primeriza, entre los 30 y los 40 años, con formación universitaria y trabajadora a jornada completa. El porcentaje de madres que reconocen consumir alcohol con regularidad pasó del 21 al 30% en la última década, de acuerdo con las estadísticas de Gallup.

Según las estadísticas del sistema público americano de salud el número de mujeres que acudieron a los servicios de urgencia con síntomas de intoxicación etílica aumentó en un 52% desde el año 2000, mientras que en los hombres lo hizo en apenas un 9%. Hoy se asocia el consumo de alcohol a una especie de respetable antídoto para combatir el estrés o para poner el punto y final a una dura jornada de trabajo y cuidado de niños.

En el 2013 los investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard le pidieron a 995 estudiantes (de las universidades con sede en Nueva Inglaterra) que les informaran de su consumo de alcohol cada dos semanas durante su primer año. Entre los participantes habían 573 mujeres y 417 hombres de 18 años.

El estudio determinó que las chicas beben más alcohol en la universidad que ellos. Inicialmente por el punto de que las mujeres bebían mas veces a la semana, mientras que los hombres regularmente lo hacían solo los fines de semana. También demostraron que mientras el consumo semanal masculino disminuyó a medida que pasaban los meses, el consumo femenino se mantuvo constante durante todo el año. Los dicho, el alcoholismo o eso tan común en el lenguaje de ir algo chispa no es cosa, ya, solo de hombres.

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