En materia de crueldad la realidad supera muchas veces la ficción.
En Michigan (EEUU) una niña de 5 años llamada Luna aparecía muerta en medio de las llamas que se habían propagado por su casa.
La pequeña fue hallada con varias puñaladas en su cuerpo, por lo que se abrió una investigación para conocer como sucedieron los hechos. Según ha declarado la Policía, Luna pidió a su padrastro algo para comer cuando este entró en cólera y la apuñaló hasta acabar con su vida.
El asesino para eliminar rastros del crimen decidió tapar a la menor con mantas y rociar la vivienda con vodka para después prenderla fuego y simular un incendio. Los bomberos acudieron al lugar rápidamente sin ver a primer vista el cuerpo de la pequeña, que minutos después la encontraron e intentaron reanimarla sin éxito.
Según han publicado el New York Daily News el hombre enfureció con la niña de manera descontrolada después de que la pequeña hiciera algo tan normal como pedirle algo de comer.
Una vez detenido el padrastro de la niña, de nombre McClellan, admitió el crimen. Victoria, la madre de la pequeña, declaró que había mantenido una fuerte discusión esa misma mañana con el que era su pareja sentimental.
Mc Clellan no tiene antecedentes y se enfrenta a la cadena perpetua por el macabro asesinato de la pequeña Luna.
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