Surfista brasileño de 32 años que decidió pasarse a la fotografía después de superar una leucemia. La historia de Eduardo Martins, que se convirtió en un 'influencer' de Instagram con sus imágenes en zonas de guerra, tenía todos los ingredientes para convertirse en un éxito mundial, y así fue... hasta que se descubrió su fraude. Eduardo utilizó las redes sociales para aumentar su fama y alentar su supuesto trabajo fotográfico. Su perfil de Instagram pronto se hizo un hueco entre los más populares. Su fórmula consistía en alternar fotos de su pasión, el surf, y otras impactantes sobre zonas en conflicto como Siria o Iraq como fotógrafo acreditado de la ONU. 120.000 seguidores acreditaban su trabajo, tanto que medios internacionales como Wall Street Journal o Vice, y agencias fotográficas como Getty Images, publicaron sus imágenes.Asimismo, 'BBC Brasil' le hizo un reportaje en el que Eduardo contribuyó a su leyenda: "Mi trabajo está movido por la necesidad de alertar al mundo sobre los horrores de la guerra", declaró.Tras los pasos de una farsa
En entrevistas en otros medios internacionales, siempre realizadas por medio de correos o notas de voz previamente grabadas, Martins llegó a afirmar que durante un tiroteo en Iraq paró su trabajo para salvar a un niño, y que incluso una bala le rozó.
Sin embargo, su reticencia a hablar por teléfono o a dar la cara cuando algún fotógrafo brasileño acudía a Siria o Iraq levantó las sospechas.
Entre el gremio de fotógrafos nadie lo conocía. Tampoco se sabía nada él en el ámbito del surf brasileño. Una investigación de 'BBC Brasil' destapó su doble mentira.
Por un lado, Martins había robado las fotos del surfista británico Max Hepworth-Povey para hacerse pasar por él. Por otro, el supuesto fotógrafo había robado material de otros profesionales, sobre todo del británico Daniel C. Britt, cambiando la orientación de las fotos y recortándolas para esconder su fraude.
Para más inri, llegó a asegurar que había hablado con Netflix para realizar un documental en Siria, un hecho que la productora negó rotundamente. Ese fue el final de su mentira, pero eso sí, todavía no sabe su verdadera identidad.
El fotógrafo brasileño Fernando Costa Netto le envió un email para comentarle que había rumores sobre su fraude y esta fue la respuesta: "Estoy en Australia. He tomado la decisión de pasar un año de ruta por el país. Voy a dejarlo todo, incluyendo Internet, Nos veremos cuando vuelta. Un abrazo". Para entonces, Martins ya había cerrado su Instagram.
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