Exhuman el cadáver de un hombre para ver si lo enterraron vivo

  • En la localidad valenciana de Torrent un hombre ha sido sacado de su tumba para analizar si fue enterrado vivo.

    El misterio de ciertos ruidos que escucharon en el cementerio fueron el motivo por el que la Policía procedió a exhumar en cuerpo.

Exhuman el cadáver de un hombre para ver si lo enterraron vivo
Exhuman el cadáver de un hombre para ver si lo enterraron vivo
JM. Ávila
JM. Ávila

Un juez de la localidad valenciana de Torrent ha ordenado la exhumación de la tumba de un hombre tras la solicitud de un hijo del difunto que alegaba que se oían golpes que provenían del interior del nicho.

Al parecer unas cinco personas escucharon esos ruidos que provenían de la tumba del señor, algo que agitó a los hijos por el temor de que pudieran haberlo metido en la tumba vivo.

Tras obtener la aceptación judicial, un hijo y un yerno de la persona fallecida estuvieron presentes durante la extracción del cadáver junto a n médico forense y su ayudante, dos abogados, un equipo de la Policía Científica, cuatro policías uniformados, varios empleados del camposanto y dos periodistas del diario regional Las Provincias.

Tras abrir el ataúd no se apreciaron anomalías en el cuerpo, ya que estaba tal y como lo introdujeron el pasado lunes en el féretro.  El hijo del difunto mostró una foto al forense de su padre amortajado, una imagen que fue tomada con un teléfono móvil poco antes del entierro para así demostrar que estaba tal y como lo vieron la última vez. 

En la mañana del viernes uno de los hijos se personó en los juzgados junto a cinco testigos con la intención de llevar a cabo la exhumación del cuerpo de su padre. "Cuesta muy poco romper el nicho y nos quedamos tranquilos. La causa de la muerte de mi padre no está clara", afirmó el hombre muy nervioso. "Nos dijeron en el hospital que había dejado de respirar y poco más. ¿Y si el pobre estaba vivo y golpeaba el ataúd con el palo de la bandera croata que pusimos en su pecho?", añadió.

Actuando con la mayor rapidez posible, el forense se dirigió rápidamente a la exhumación y autorizó a que el enterrador moviera ataúd, siempre con delicadeza para no alterar la posición en la que salía del nicho.

Una vez fuera y abierto el ataúd un médico miró el cadáver durante unos segundos comprobando que todo estaba en orden y se dirigió a los dos familiares para comunicárselo.

La tapa del ataúd no tenía indicios de golpes ni arañazos y tampoco había daños ni sospechas de ello. El hijo del fallecido agradeció la actuación policial y descasó tranquilo. 

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