Uruguay se prepara para vender marihuana 'recreativa' en las farmacias

  • En las próximas semanas los ciudadanos registrados podrán comprar cada semana 10 gramos de cannabis en las oficinas farmacéuticas por un euro.

    Los primeros 50 establecimientos del país sudamericano comenzarán a despachar legalmente el cultivo, bajo venta regulada.

La venta de marihuana será legal en Uruguay.
La venta de marihuana será legal en Uruguay.
Diego Caldentey

Tres años atrás, Uruguay aprobó una ley ruidosa y polémica, que después fue reglamentada en mayo de 2014. La misma autorizaba la venta de marihuana recreativa en las farmacias. La norma definió tres formas a los ciudadanos para que puedan acceder a la droga: ser autocultivador, pertenecer a un club cannábico (en la actualidad hay 15 habilitados en ese país) o estar inscrito en el registro de adquirientes.

En todos los casos, esta herramienta legal establece que cada persona podrá acceder a un máximo de 480 gramos por año (10 a la semana), pero los consumidores deben registrarse en una de las tres opciones. Solo pueden pueden apuntarse uruguayos o residentes en el país.

Después de aquella iniciativa, impulsada por el ex presidente José 'Pepe' Mujica, ha llegado finalmente el momento de su puesta en práctica. De manera inminente, en las próximas semanas, las primeras 50 farmacias del país sudamericano comenzarán a despachar legalmente marihuana, bajo venta regulada.

Serán dos variedades del cultivo que surgen de los esquejes (muestras del tallo o cogollo que se introduce en tierra para reproducir la planta) que el Estado entregó a las dos empresas privadas que fueron autorizadas a plantar y cosechar hasta dos toneladas de cannabis. Su venta, a un precio regulado, será exclusiva para fines recreativos. Diez gramos de cannabis costarán un euro.

Cuando los primeros compradores de marihuana paguen en una farmacia por ello (y obtengan su factura o recibo correspondiente) las organizaciones sociales que pujaban por la legalización habrán ganado una dura batalla: miles de detractores de la norma han llevado sus recursos judiciales contra la misma.

En algunos casos, como el 'mediático' protagonizado por la conocida escritora Alicia Castilla (71 años) la puja ha llegado hasta la Corte Suprema de Justicia. En 2011, la Policía irrumpió en su casa y la llevó detenida. En su jardín la mujer cultivaba 29 plantas de marihuana y además tenía 24 gramos de cannabis en su hogar.

'La abuela de las plantas', como la denominó la prensa en su momento, acabó en la cárcel de mujeres del municipio de Canelones. Tras la iniciativa de Mujica, la Corte Suprema de Justicia decidió absolverla recientemente de su delito. Este es solo un ejemplo más de los tantos que podrían tener idéntico destino con otros consumidores y cultivadores de cannabis.

En la actualidad existen más de 3.000 personas registradas para el cultivo de marihuana en el país sudamericano, según datos oficiales de la Junta Nacional de Drogas. Ellos cultivan sus propias plantas, tienen una licencia para hacerlo por tres años y pueden criar hasta un máximo de seis hembras del cultivo.

Claro que la norma aún ofrece 'lagunas', y las denuncias de allanamientos, incautación y destrozos de plantaciones legales continúan.

Hay otra vertiente del tema que se encuentra en compás de espera. La ley habilita también la explotación de la droga con fines medicinales. El Gobierno, sin embargo, aún no ha aprobado definitivamente esta cuestión.

Hoy en día, según encuestas de la Junta Nacional Drogas, hay unos 160.000 consumidores de marihuana en un país de poco más de 4 millones de habitantes. Paraguay es el principal abastecedor de cannabis a los uruguayos, de manera clandestina.

Con la venta legal, el gobierno uruguayo espera disminuir la cantidad de consumidores de esa sustancia y robarle el negocio a los narcotraficantes, que ronda los 8 millones de euros al año.El caso "ejemplificador" de Portugal

En Europa, hace quince años, Portugal decidió dar un paso similar al de Uruguay, pero en un sentido aún más amplio. Su iniciativa de descriminalizar la posesión de estupefacientes para 10 días de uso personal se sigue hoy como ejemplo internacional.

Consumir drogas en Portugal continúa siendo ilegal, pero el detenido con estupefacientes para consumo personal en lugar de entrar en la cárcel, entra, voluntariamente, en programas de tratamiento de su dependencia, a no ser que prefiera pagar una multa.

La singularidad de este programa no radica en la descriminalización del consumo, sino en las políticas de reducción de daños y de reinserción social de los consumidores. En 2007, el número de consumidores de cannabis (la droga más consumida en Portugal) era del 11,7%. Cinco años después, bajó al 9,4%.

En otros países el consumo de marihuana también es legal. Por ejemplo, en algunos estados de Estados Unidos. El de Colorado ha sido uno de los últimos en abrazar la legalización, producción, venta y posesión de la marihuana, aprobada en noviembre del año 2011, sumándose a otros como Washington.

En Austria, Brasil, Colombia, Dinamarca, Irán, Italia, Filipinas, Portugal, Rusia, España y Venezuela la posesión de pequeñas cantidades de marihuana (normalmente hasta 6 gramos, pero dependiendo de las leyes locales) para uso médico ha sido despenalizado. No obstante, la posesión o cantidades mayores o fumar marihuana en público (sobre todo alrededor de las escuelas) puede ser ilegal.

En tanto, el listado de algunos países que ya han hecho el uso médico de la marihuana legal incluyen a Argentina, Bangladesh, Canadá, Chile, Países Bajos y Perú, entre otros.

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