Un pueblo de Almería 'declara la guerra' a los balones de los niños

Unos niños jugando al balón al salir del colegio. Esa imagen es una de las más típicas en las plazas españolas... salvo en el municipio almeriense de Albox. Su alcalde, Francisco Torrecillas Sánchez, ha declarado la guerra a los balones y ha iniciado una polémica campaña para requisar las pelotas de los niños que jueguen en las calles de la localidad.

A través de una publicación en su perfil de la red social Facebook, el alcalde ha mostrado la imagen de un balón con el siguiente texto: "Acabo de empezar la campaña de recogida de balones, este es de la plaza de San Francisco, está arrestado en la Policía Local, he dado orden que aquí a final de mes tenemos que arrestar 10 balones. Señores padres en las plazas no se juega".

La reacción de los vecinos ha sido inmediata y los comentarios se dividen entre los que apoyan la medida y los que consideran que está robando la infancia a los niños del pueblo.Así es el pueblo 

El almeriense pueblo de Albox ya no es un desconcido. Su nombre ha traspasado fronteras gracias a la polémica decisión del alcalde, Francisco Torrecillas de prohibir jugar al balón en la plaza del barrio de La Loma, junto a la Iglesia de la Concepción. Con una población de 11.091 personas, el 17,55 por ciento son menores de 20 años, según datos del municipio. Unos niños que lo tendrán complicado para jugar, como se ha hecho toda la vida, al balón. 

Así, la Policía Local se pasará por allí de vez en cuando para recordar a los jóvenes esta prohibición. La pregunta está clara ¿es que no hay asuntos más importantes que resolver en el pueblo?

No es un pueblo problemático ni violento. Al contrario, en los últimos años ha crecido la población extranjera, de Reino Unido, que se muda allí para disfrutar del buen tiempo y la  tranquilidad. Aún así, dos datos a tener en cuenta: El  informe de Los robos en los hogares andaluces, de la Asociación Empresarial de Delincuencia, Unespa, en Albox los robos son un 45,87% más probables que en el conjunto de Andalucía, pero solo un 18,4% respecto al conjunto de la provincia. Otro de los titulares es  que en 2014 pidió una orden de alejamiento para prohibir en residir en el municipio a dos criminales, el Chatarrero y El Pertolo quienes aterrorizaron al pueblo. Otro de los asuntos que estalló en este pueblo fueron los botellones que hace unos años se hicieron tristemente comunes en la localidad.

Y el paro ¿debería el regidor preocuparse del desempleo? Según los datos correspondientes a agosto de 2016, la tasa se sitúa en el 17,25 por ciento de la población.  Conclusión: hay asuntos más importantes que prohíbir jugar a la pelota en las plazas del municipio.