Buenos Aires, 24 may.- El oficialismo argentino ultima hoy los preparativos para los actos conmemorativos del 204 aniversario de la Revolución de Mayo, que encabezará la presidenta, Cristina Fernández, en la céntrica Plaza de Mayo de Buenos Aires.
Acompañada de altos cargos del Gobierno, gobernadores y legisladores nacionales, Fernández será la única oradora en la fiesta popular organizada frente a la sede del Ejecutivo argentino a partir de las seis y media de la tarde (21.30 GMT), a la que se espera una asistencia multitudinaria.
A lo largo de la tarde, subirán también al escenario numerosos artistas argentinos, entre ellos Pedro Aznar, Kevin Johansen, Gladys La Bomba Tucumana, Hilda Lizarazu, David Lebón, Juan Carlos Baglietto, Susana Rinaldi, Silvina Garré y Patricia Sosa, entre muchos otros.
Por primera vez desde que asumió como presidenta, en 2007, Fernández participará en el Tedeum del 25 de mayo en la catedral de Buenos Aires, ejemplo de la renovada relación entre la mandataria argentina y la Iglesia argentina tras la asunción del exarzobispo porteño Jorge Bergoglio como Papa.
La homilía de Bergoglio en 2006 contra el "odio y el permanente enfrentamiento", que fue interpretada como una crítica a la gestión del entonces jefe de Estado Néstor Kirchner, alejó a la pareja presidencial del templo porteño y el Tedeum pasó a celebrarse cada año en una iglesia diferente desde 2007.
El retorno de la mandataria argentina a la catedral porteña fue confirmado por el sucesor de Bergoglio en el Arzobispado, Mario Poli, quien encabezará la homilía de mañana.
El oficialismo conmemorará también once años en el poder, desde que el 25 de mayo de 2003 Kirchner asumió como presidente con un apoyo del sólo el 22 % de los votos, en una Argentina devastada por la crisis económica, con la promesa de sacar al país del "infierno" y llevarlo, al menos, al "purgatorio".
Kirchner fue sucedido en 2007 por su esposa, Cristina Fernández, quien fue reelegida con un histórico 54 % de los votos en 2011.
Sin embargo, la imagen de la mandataria se ha desplomado desde entonces, lastrada por problemas económicos como la inflación, que rozó el 12 % en los primeros cuatro meses de 2014, y por escándalos de corrupción, como el que salpica al vicepresidente, Amado Boudou.
La Constitución argentina prohíbe que Fernández pueda presentarse a una nueva reelección, lo que ha adelantado la carrera presidencial y tanto desde las filas oficialistas como desde la oposición se multiplican los aspirantes a sucederla en 2015.
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