En las profundidades del Mar Negro se encuentra un paisaje de completa oscuridad. Los arqueólogos han creído durante mucho tiempo que en esta "zona muerta" había restos de vida... Y así ha sido. Una expedición ha descubierto accidentalmente más de 40 pecios procedentes de naufragios antiguos, posiblemente de la otomana y bizantina.
La expedición ha analizado las aguas utilizando un equipo marino de alta tecnología. El proyecto, denominado Proyecto Mar Negro Arqueología Marítima implica un equipo internacional dirigido por la Universidad de Southampton.
"Procuramos responder algunas cuestiones que han sido debatidas de forma acalorada: ¿cuándo subió el nivel del agua?, ¿cómo ocurrió de rápido?, ¿qué efecto tuvo en las poblaciones humanas que vivieron en este tramo de costa?", expresa Jon Adams, director fundador del Centro de Arqueología Marítima.
Los miembros del Black Sea MAP, como se denomina el proyecto en inglés, han descubierto hasta ahora más de cuarenta naufragios, entre ellos algunos barcos que sólo se conocían por las fuentes históricas, por ejemplo una coca medieval del siglo XIII o XIV, posiblemente veneciana. También hay barcos de los períodos bizantino y otomano, que proporcionan nueva información sobre la interconectividad marítima entre las comunidades costeras del mar Negro.
"Están asombrosamente bien conservados debido a las condiciones anóxicas (ausencia de oxígeno) del mar Negro por debajo de los 150 metros", asegura Adams. "Utilizando la última técnica de grabación en 3D de estructuras subacuáticas hemos sido capaces de capturar algunas imágenes sorprendentes sin alterar el lecho marino", añade.
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