Así lo ha explicado a Europa Press el alcalde de la localidad, Juan Francisco Blanco, quien ha animado a riojanos y visitantes a acudir mañana a San Asensio a disfrutar de este especial evento que, este año, cumple su 40 edición. Una fiesta, reconocida también fuera de nuestra región, ya que, según ha explicado "en los últimos años vienen también muchos vecinos de provincias limítrofes a disfrutar de esta experiencia. San Asensio se llena de vida, de gente, de buen ambiente y todo ello es un gran acicate para nuestro pueblo".
Como en anteriores ocasiones, la cita comenzará alrededor de las 11,00 de la mañana en la plaza del pueblo donde los 'luchadores' podrán coger fuerzas con el tradicional reparto del 'jarrito' de vino y un 'preñao'. Posteriormente, comenzarán su recorrido para llegar al paraje conocido como 'Cerrillo Verballe', en el barrio de las bodegas que es donde tendrá lugar la batalla.
El alcalde de la localidad ha querido agradecer también la colaboración de las bodegas, cooperativas e incluso particulares que son los que, año tras año, ceden sus vinos para que no falte de nada en la fiesta. Para llevar esos litros hasta el paraje se utilizarán diferentes remolques y un camión.
Una vez allí, "la diversión, el buen ambiente y las risas están aseguradas". Todo con "la imaginación al frente" porque durante cerca de una hora "o hasta que se acabe el vino" lugareños y visitantes podrán utilizar todo tipo de instrumentos para 'dispararse' el vino entre unos y otros. Cubos, pistolas de agua, sulfatadoras, globos, calderos... todo vale en esta fiesta del vino siempre y cuando "no se haga daño a nadie". Se trata de "pasarlo bien, de disfrutar, de recordar esta tradición y, sobre todo, seguir manteniéndola entre todos".
El alcalde ha recordado que San Asensio, cuna del clarete, libera esta particular batalla el domingo más próximo a la festividad de Santiago. Una cita con la tradición que homenajea, en cierta manera, a varios vecinos del pueblo, los socios de la peña 'Clarete', que hace ya 40 años "comenzaron a tirarse vino entre ellos" tras una comida y la idea se popularizó entre los vecinos del pueblo.
A la fiesta de mañana se ha unido también una semana repleta de actos en la localidad con la celebración de la Semana Cultural.
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