Michael Cox y Taylor Anderton de Queensland (Australia) se aman y desean casarse y tener hijos, pero no cuentan con el favor de quienes más les quieren, debido a que ambos tienen síndrome de Down.
La pareja de jóvenes australianos está desesperada por casarse y tener hijos, a pesar de que sus padres están preocupados por ellos, ya que consideran que nunca serán lo suficientemente maduros.
Se conocieron hace seis años a través de su común afición a la natación y se comprometieron en un viaje que hicieron el año pasado a América. Ahora su objetivo es casarse y formar una familia propia.
"Queremos tener cuatro hijos, vamos a tener tres hijas y un hijo", declaró un confiado Michael -de 25 años- al programa de TV Australian Story. El mismo protagonista declaró a ese mismo espacio televisivo que, a su juicio "No es tan difícil tener un hijo. Sé que algunas personas dicen que se trata de un trabajo duro, pero no lo es"."Queremos tener cuatro hijos, vamos a tener tres hijas y un hijo"
Pero no es todo tan sencillo, ya que mientras que los padres de Michael y Taylor aceptan que sus hijos sean felices juntos y apoyan su relación, son más reacios a aceptar su objetivo de convertirse en padres.
Ambas familias criaron a sus hijos para que creyeran en sus sueños y pudieran vivir de forma independiente, pero ahora temen que puedan haber llegado a crearse expectativas poco realistas. Por el momento la joven joven pareja se ha puesto de acuerdo con sus padres para retrasar la boda, pero siguen determinados a tener hijos juntos.
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