Obama celebra los cincuenta con calma tras la tormenta de la deuda

  • Washington.- El presidente de EEUU, Barack Obama, celebra hoy su 50 cumpleaños con una agenda más relajada de lo habitual y la sensación de calma que llega después de la tormenta, la de la crisis de deuda que su país logró capear esta semana.

Washington.- El presidente de EEUU, Barack Obama, celebra hoy su 50 cumpleaños con una agenda más relajada de lo habitual y la sensación de calma que llega después de la tormenta, la de la crisis de deuda que su país logró capear esta semana.

Un día en la Casa Blanca y sin actos públicos fue el programado hoy para Obama tras la concurrida celebración que protagonizó anoche en Chicago, que le sirvió para volver la vista a su estrategia de campaña para 2012 una vez eludida la suspensión de pagos que se cernía sobre Estados Unidos.

Obama soplará las velas hoy, cuando los miembros de su equipo brindarán con él en la Sala Azul de la Casa Blanca, y cerrará el día con una fiesta en la Rosaleda de la residencia presidencial, a la que acudirán su familia y sus amigos más cercanos, entre ellos algunos que viajarán desde su antiguo hogar en Chicago.

Es una jornada tranquila, con el único alboroto de su hija Malia que ha regresado a casa de su campamento de verano para no perderse el cumpleaños de su padre, y contrasta con la multitudinaria fiesta que protagonizó anoche en la ciudad que le vio ganar las elecciones en noviembre de 2008.

La celebración anticipada, en un acto salpicado de humor y actuaciones musicales, sirvió para nutrir de fondos e inspiración a su campaña en un momento en que las encuestas sitúan su popularidad en uno de sus puntos más bajos, en torno al 40 por ciento.

Ante unas 2.400 personas que pagaron hasta 38.500 dólares (27.000 euros) por asistir a su fiesta de cumpleaños, Obama dijo que sigue creyendo en el "sí se puede" que repetía hace tres años, aunque cuando llegó a la Casa Blanca "no sabía lo empinado que sería el camino".

"Cuando dije 'un cambio en el que podamos creer', no dije 'un cambio en el que podamos creer mañana, o la semana que viene'. Sabíamos que esto llevaría tiempo, porque tenemos una democracia dura y complicada", reconoció el presidente.

Sobre su cabeza, cada vez más teñida de canas, pesa una complicada recuperación económica, un índice de desempleo del 9,2 por ciento y muchas promesas pendientes, como el cierre de Guantánamo o la reforma migratoria, algo que recordaron grupos pro inmigrantes en una protesta anoche cerca de la sala de fiestas en Chicago.

A esa lista se sumó en las últimas semanas la crisis de la deuda, cuyo tardío desenlace llenó de incertidumbre a los mercados financieros y volvió a golpear la imagen de Obama, presentado por muchos medios como el gran perdedor del acuerdo entre el Congreso y la Casa Blanca.

"Obviamente, acabamos de pasar una semana extraordinaria en Washington. Sólo que no es el tipo de extraordinario que buscan los estadounidenses", admitió el mandatario en otro acto de recaudación de fondos en Chicago.

Aún se desconoce cuál será su regalo de cumpleaños, pero su mujer, Michelle Obama, quiso tener hoy un primer detalle al pedir a sus simpatizantes que firmen una felicitación virtual para el mandatario.

"Cada día veo a Barack tomar decisiones que sabe que afectarán a cada familia estadounidense. Esa no es una tarea fácil para nadie y es una prueba más de que se está ganando cada una de esas canas", escribió la primera dama en un correo electrónico divulgado por la campaña de Obama.

Los nombres y dedicatorias de quienes firmen esa felicitación virtual quedarán plasmados en un libro para el presidente, del que se enviarán copias a todas las oficinas de campaña en EEUU con el fin de ampliar sus bases de datos de contacto.

Los 50 años hoy cumplidos de Obama tienen desventajas como perder velocidad y "tardar más en recuperarse en la cancha de baloncesto", como reconoció él mismo en una entrevista reciente, pero no impiden que sea el quinto presidente más joven que ha tenido su país.

En la clasificación le preceden sólo Ulysses S. Grant (1865-69), Theodore Roosevelt (1901-09), John F. Kennedy (1961-63) y Bill Clinton (1993-2001).

Un tranquilo fin de semana en el retiro presidencial de Camp David pondrá el colofón final al tercer cumpleaños de Obama como presidente, y el segundo que celebra en la Casa Blanca, después de la escapada a Chicago que marcó los festejos del año pasado.

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