Telma Ortiz, objetivo de los espías

La hermana de la princesa de Asturias es una de las víctimas afectadas por una compleja trama de espionaje que comercializaba los datos personales y laborales de más de 3.000 personas, y que ha sido desmantelada recientemente por la Jefatura de Policía de Barcelona. Según revela la revista Interviú en su último número, entre los datos confidenciales que los espías habían ido acumulando durante su actividad, se incluye información relativa a sus sueldos, las retribuciones netas y a sus aportaciones a la Seguridad Social, un contenido confidencial con el que los delincuentes podían haber recibido pagos que llegaban hasta los 40.000 euros.La Operación Pitiusa ha sacado a la luz una extensa red delictiva que implica a más de 189 personas, que proceden de diferentes ámbitos de la vida pública: policías, funcionarios de Hacienda, guardias civiles, directivos de compañías telefónicas y prestigiosos detectives privados se habrían lucrado actuando como intermediarios en la compraventa del resumen laboral de Telma, cuyo destinatario último habría sido un medio de comunicación cuya identidad no se ha desvelado aún.La carrera profesional de la cuñada del príncipe Felipe ha sido siempre uno de los asuntos que más repercusión mediática han generado desde que se convirtiera en personaje público, y la información privada de la que se habría adueñado la red criminal podría haber intensificado la polémica sobre su fichaje por el ayuntamiento de Barcelona. Desde septiembre de 2009 y hasta su reciente boda con Jaime del Burgo, Telma trabajaba como subdirectora de proyectos internacionales del consistorio de la ciudad condal, un puesto creado especialmente para ella que provocó una gran irritación en algunos sectores de la opinión pública y del mundo de la política.