Un yihadista de Mali, Ahmad al-Faqi al-Mahdi, se ha convertido en la primera persona en admitir su cargo de culpabilidad por crímenes de guerra ante la Corte Penal Internacional (CPI). Está acusado de ordenar la destrucción de nueve mausoleos y una sección de la famosa Mezquita de Sidi Yahia de Tombuctú, del siglo XIII, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Es, por tanto, el primer acusado de crímenes de guerra por la destrucción de bienes patrimonio de la humanidad en Tombuctú (Mali) y también la primera persona en declararse culpable ante la Corte Penal Internacional (CPI).
Los hechos ocurrieron entre el 30 de junio y el 10 de julio de 2012, periodo durante el cual Tombuctú, así como el resto del Azawad, estuvo en manos de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Ansar Dine, grupo armado tuareg al que pertenece el acusado.
Los yihadistas destruyeron mezquitas y mausoleos e incendiaron decenas de miles de manuscritos durante los meses en los que controlaron la ciudad antes de ser expulsados por las fuerzas francesas en enero de 2013.Pide perdón al pueblo de Mali
Mahdi, de 40 años, en declaraciones a su abogado ha insistido en que es “un musulmán que cree en la justicia”. Además, quiere pedir perdón a la gente de Tombuctú y al pueblo de Mali por destruir parte de su historia.
Este procesamiento coincide con el aumento de las protestas y de la preocupación por la destrucción de monumentos históricos por parte de grupo islamistas como Estado Islámico. En caso de ser declarado culpable, se le podría imponer una pena de hasta 30 años de prisión.
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