La cara más cruda de las inundaciones ocurridas esta madrugada en la zona de Agramunt, Lleida, ha sido el fallecimiento de cuatro ancianas en la Residencia de Ribera del Sió tras el desbordamiento del río que pasa cercano a las instalaciones.
Alrededor de las cuatro de la madrugada, una inmensa tromba de agua sorprendía a los 67 ancianos que habitaban en esta residencia privada. Once dotaciones de Bomberos de Lleida se trasladaron hasta el lugar. El agua ha alcanzado los dos metros y medio de altura y el desalojo ha comenzado en la primera planta. La Residencia de Ribera del Sió hace un desnivel, según informan los Mossos d'Essquadra, por lo que el semisótano, donde se encontraban nueve ancianas de movilidad reducida, ha sido la parte más afectada quedando totalmente inundada. Cuatro han fallecido, dos de han sido trasladadas al Hospital Arnau de Vilanova de Lleida y tres, que ya han sido dadas de alta, al CAP de Agramunt.
En declaraciones a los medios en Agramunt, la vicepresidenta del Gobierno Catalán, Neús Munté ha explicado que la Residencia Ribera del Sió es unaresidencia asistida y centro de día, con ancianos "con movilidad reducida con diferentes grados de dependencia y personas con demencia".Según el testimonio de algunos de los vecinos de la localidad, los familiares de las cuatro víctimas están destrozados por el suceso y han recibido asistencia médica en el pabellón del pueblo de mano de psicólogos del Gobierno de Cataluña y Cruz Roja. A la tristeza por lo ocurrido se suma ahora la preocupación al conocer que las fallecidas, según han confirmado los Mossos d'Essquadra han sido encontradas atadas a la cama con sus colchones flotando sobre el agua que les sorprendió de noche. El hecho ahora se está investigando pero aseguran que no se trata de un tema extraordinario ya que no es ilegal el atar a los ancianos si la situación lo requiere. Por su parte, la dirección de la residencia lo ha negado todo.
La residencia geriátrica 'Ribera del Sió' de Agramunt superó satisfactoriamente la última inspección de la Generalitat en mayo de 2014 con todas sus instalaciones en regla y la inspección no detectó ninguna anomalía en el funcionamiento de la residencia, que tenía la ratio de personal correcta y todas las instalaciones adecuadas. Losvecinosno daban crédito de que lo que había pasado."No había pasado algo así desde hace 70 años",dicen desde Agramunt.
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