Arca denuncia la política de "involución arboricida" que sufre Cantabria

  • Cita como ejemplos la Ley de fomento del arbolado y la tala en Loredo
EUROPA PRESS

La asociación ecologista ARCA ha denunciado la política de "involución arboricida" que, en su opinión, sufre Cantabria, marcada en "los últimos tiempos", según dice, por el "nulo interés" de las administraciones regionales y locales, grupos políticos e instituciones en general, en "poner en valor y gestionar de forma sostenible", un bien del patrimonio natural colectivo "tan característico y beneficioso" como es el arbolado.

En un comunicado, Arca señala que observa con "perplejidad" la reinstalación de una mentalidad y unas prácticas que suponen "un retroceso de 30 años", al generalizarse las talas de especies autóctonas en espacios protegidos, la eliminación innecesaria de árboles en carreteras, las podas salvajes y mutilantes en zonas urbanas, y la progresiva desaparición del arbolado en plazas, parques y paseos.

Dos ejemplos recientes lo constituyen, añade, la votación en contra de la proposición de Ley de fomento del Arbolado Urbano por parte de los partidos que forman el Gobierno regional (PRC y PSOE), y la tala llevada a cabo en terrenos de la costa de Loredo.

Este último caso, según Arca, constituye un ejemplo "de máxima dejadez y descoordinación" entre las consejerías del Gobierno regional y Ayuntamiento, al autorizar una tala en la que "no se contemplaban" las autorizaciones necesarias para actuar en la servidumbre de 100 metros de costas, y realizarse en una zona calificada por el Plan de Ordenación del Litoral (POL) como de Actuación Integral Estratégica Ambiental.

La asociación añade que tanto la Dirección de Medio Natural como el Ayuntamiento de Ribamontán al Mar expidieron los permisos para la tala "sin respetar" el arbolado autóctono de encinas y laureles, ni tener en cuenta la presencia de una planta calificada en peligro de extinción por la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación, como es la 'Medicago marina' (BOC Número 249 de 26 de diciembre de 2008).

"Como viene ocurriendo en estos casos, ha sido la sociedad civil con sus protestas de ciudadanos y colectivos, la que ha demostrado no sentirse representada ni satisfecha por la gestión de las masas arbóreas y del paisaje que están haciendo nuestras instituciones y políticos", asegura Arca, que indica que "la sociedad aprecia y valora cada vez más el arbolado y su importancia para la calidad de vida de todos".

Frente a ello, considera que "nuestros políticos están más interesados en las obras, el hormigón y el asfalto, instalados en una mentalidad desarrollista y obsoleta más propia de la posguerra del pasado siglo, que no está a la altura de las demandas de la sociedad actual".

Por todo ello, pide que se reconsidere la necesidad de aprobar de una Ley de Fomento del Arbolado; y, en lo referente a la tala de Loredo, reclama la retirada de la gran cantidad de ramas secas y material vegetal abandonadas por la maderera en las parcelas, por su elevado riesgo de incendio; la redistribución homogénea de los montones de arena que ocultan los plumeros y matorral; y la regeneración arbórea y arbustiva de toda la zona mediante la plantación de arbolado autóctono, cumpliendo los objetivos asignados por el POL a las áreas calificadas como "Actuación Integral Estratégica Ambiental".

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