LA FUNDACIÓN NOBEL LAMENTA QUE BOB DYLAN NO ACUDA A LA ENTREGA DEL PREMIO

El director ejecutivo de la Fundación Nobel, Lars Heikensten, declaró este martes en Madrid que lamenta que Bob Dylan no vaya a acudir a la ceremonia de los Premios Nobel para recibir su galardón en Literatura, aunque señaló que “ha habido más casos” en los que el premiado no ha acudido a la gala, pero “normalmente es por enfermedad o edad”.
Heikensten realizó estas declaraciones durante un encuentro informativo que tuvo lugar en la Fundación Ramón Areces y que contó también con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt).
Señaló que “raramente” comenta sobre las decisiones de los Premios Nobel, porque “la fundación no está involucrada en la selección”, sino que depende de los comités, e hizo hincapié en que “no preguntamos previamente si alguien quiere el premio o no, simplemente se lo imponemos, aunque no quieran ni ellos ni sus gobiernos”.
En este sentido, explicó que “el comité no ha cedido nunca ante las presiones políticas que se hayan intentado ejercer” y ejemplificó que “en el año 1936 se le concedió el premio a un alemán de origen judío, a lo que Hitler se negó, prohibiendo que ningún alemán recogiera ningún Premio Nobel y no fue el caso”, y añadió que “lo mismo pasó posteriormente con la Unión Soviética y ahora mismo con los galardonados chinos”.
“Quizá le hemos complicado un poco la vida a Bob Dylan”, bromeó Heikensten, que se ofreció voluntario para llevarle el premio personalmente, y admitió que “es posible que no haya lectura de literatura este año durante la Semana Nobel”, aunque indicó que “la fecha tope para recoger el premio y para que haya una presentación es el 10 de diciembre de 2017”.
Por último, Heikensten mostró su preocupación por el “auge de nacionalismos y xenofobia” y por el planteamiento “dañino” que tiene el nuevo presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, sobre el cambio climático, pero aseguró que “hay que esperar a ver lo que hace como presidente”, porque “no es lo mismo” lo que se dice en campaña que cuando se está gobernando.